Ministro de Cultura o de incultura: apoya los chistes soeces de Jaime Caravaca

La polémica entre Alberto Pugilato y el humorista Jaime Caravaca, con agresión del primero al segundo tras hacer el cómico comentarios soeces sobre su hijo recién nacido, ha saltado a la arena política tras ser el tema de conversación de toda España en los últimos días, con permiso de Begoña Gómez y la segunda carta de Pedro Sánchez. En concreto, Sumar y el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, han considerado una buena estrategia dar su apoyo a Jaime Caravaca pese al rechazo social que sus comentarios han generado.

“Acabo de hablar con Jaime Caravaca para trasladarle el apoyo de del ministerio de Cultura frente a la agresión que sufrió a manos de la extrema derecha”, hacía público el ministro Ernest Urtasun. La cuenta oficial de Sumar también se añadía a este discurso e indicaba que “tolerancia cero frente a las actitudes violentas que atentan contra la integridad de nuestros artistas y la libertad de expresión”.

Sin embargo, esto sólo encendía más el ánimo de la gente, entre otras cosas porque Sumar y Ernest Urtasun ocultan el motivo de la agresión: los desagradables comentarios previos del cómico Jaime Caravaca sobre el hijo de Alberto Pugilato que tanta indignación ha provocado.

“Libertad de humillar a bebés, vaya tela”, “¿esto es cultura en la España progresista?” o “la pederastia y las bromas hacia los hijos de los demás no es libertad de expresión, es una línea roja”, contestaban a Ernest Urtasun. El propio Alberto Pugilato indicaba al ministro de Cultura que “mientras él como sabio rectifica y pide perdón, usted se encierra en su sectarismo para seguir moviendo la ventana de Overton hacia la normalización de la pedofilia”, recordando que Jaime Caravaca ha pedido disculpas por sus chistes soeces. Pero en Sumar no se han enterado.