Embajadora para la política exterior feminista: el último chiringuito de Sánchez

El Gobierno de Pedro Sánchez ha aprobado en el último Consejo de Ministros los nombramientos de los nuevos embajadores en Bolivia y en Kazajistán, así como la nueva embajadora en misión especial para la política exterior feminista. Sí, embajadora para la política feminista. Como lo oyen. Sus funciones no las sabemos, pero este nuevo chiringuito de promoción sanchista lo pagaremos de nuestro bolsillo.

Pedro Sánchez y el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, dotan de rango de embajada, con el consiguiente sueldo, dietas y personal a su servicio, a este cargo únicamente pensado para hacer propaganda internacional del Gobierno como un referente feminista.

La elegida para esta embajada sin contenido salvo la publicidad feminista del sanchismo es Ana María Alonso Giganto, miembro de la Carrera Diplomática desde 2007, licenciada en Filología Inglesa y destinada en las Embajadas en Afganistán, Egipto, Tailandia y Australia. La duda ahora es si la nueva embajadora para la política exterior feminista irá a hacer su labor y dar lecciones sobre feminismo a países como Irán, Arabia Saudí o al recién reconocido estado de Palestina.