El fiscal general, achicharrado: casi imputado y exige amnistiar a Puigdemont

Semana movida para el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, entre la aplicación de la ley de amnistía y las filtraciones de la Fiscalía de conversaciones de la pareja de Isabel Díaz Ayuso. El fiscal nombrado por Pedro Sánchez sigue actuando como el ministro 24 del Gobierno y ahora ordena a los fiscales del procés aplicar la amnistía al prófugo Carles Puigdemont en todos los delitos pese a las reticencias de los fiscales en asuntos como la malversación.

Álvaro García Ortiz parece que está dispuesto a inmolarse por el sanchismo y, tras aceptar que él dio instrucciones a la fiscalía de Madrid de mandar la nota de prensa con los datos privados del novio de Ayuso, la fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra, ratificaba ante el juez que investiga por revelación de secretos esta versión.

"Esto tiene que salir ya", fue la orden de Álvaro García Ortiz a la fiscal superior de Madrid sobre la nota del novio de Ayuso, Alberto González Amador, después de que ésta mostrara su oposición a esta estratagema y dejara claro al fiscal general que no estaba de acuerdo con la publicación de esa nota -"que lo publiquen ellos si quieren"- pero García Ortiz obligó a publicarlo. Esta confesión deja al fiscal general del Estado al borde de ser llamado como investigado ya que tanto él mismo como los testigos corroboran que las órdenes de revelar secretos salieron de él.

Ahí no quedan los problemas para Álvaro García Ortiz, que debe lidiar con las reticencias entre jueces y fiscales en la aplicación de la ley de amnistía que acaba de entrar en vigor tras publicarse en el BOE. El fiscal general del Estado ha ordenado a los fiscales del procés que informen a favor de amnistiar al prófugo Carles Puigdemont y el resto de líderes del referéndum ilegal del 1 de octubre que fueron condenados por el Tribunal Supremo, incluido en el delito de malversación en el que los fiscales mostraban recelo.

Álvaro García Ortiz además ataca a los fiscales del procés en su defensa de los planes del Gobierno de Sánchez y les acusa de “comprometer la necesaria imagen de neutralidad e imparcialidad del Ministerio Fiscal y que, por ello, resultan de todo punto improcedentes" y "no respetar las previsiones contenidas en la Instrucción de la FGE núm. 1/2016, de 7 de enero”. El fiscal general sigue quemándose por ser la cara en la justicia del sanchismo… Veremos hasta cuándo puede aguantar.