Pánico en federaciones del PSOE: ¿ganar Cataluña y perder el resto?
Barones socialistas, tanto de gobierno como de oposición, temen que el trato especial a Cataluña que baraja el Gobierno les pase factura y se debaten entre la rebelión o el silencio
Sánchez rodeado de barones del PSOE con caras de pocos amigos
Ganar la Generalitat de Cataluña pero perder el resto de gobiernos de las comunidades autónomas. Ese es el gran debate al que se enfrenta el PSOE de Pedro Sánchez, dispuesto a corteja a ERC para la investidura de Salvador Illa con una “financiación especial” para Cataluña, aunque esto supongo el malestar del resto de regiones por un trato de favor a los catalanes.
En el PSOE no ocultan que llegar a la Generalitat de Cataluña, una de las regiones más pobladas y con mayor potencial económico, sería un gran trofeo para el sanchismo pues además serviría para vender que las cesiones de Sánchez a los independentistas, desde la ley de amnistía a los indultos, ha servido precisamente para pacificar la situación, que se desinfle electoralmente el independentismo y que haya un gobierno socialista.
Sin embargo, esta operación puede tener un alto coste en el resto de España y muchos barones socialistas ya están echándose las manos a la cabeza, algunos como Emilano García-Page en público, otros rumiando en privado. Temen que una financiación singular para Cataluña se convierta en un arma para el PP y, sobre todo, que sus votantes lo vean como un trato de favor y les castiguen en las urnas.
Papelón para Page y para Barbón... y peor para lo de la oposición
Los dos presidentes socialistas que gobiernan, Castilla La-Mancha y Asturias, tienen un gran papelón: enfrentarse a Sánchez y oponerse al trato especial a Cataluña, o callar y que les pase factura. Page, acostumbrado a que su juego anti sanchista le funcione, ya ha alzado la voz. Adrián Barbón también lanza advertencias aunque más tímidas, pero sabiendo que si no se opone le da un argumento de peso al PP.
Más papelón tienen las federaciones socialistas que están en la oposición. Si se llegara a aprobar una financiación especial para Cataluña, esto haría incrementar el discurso de presidentes del PP contra el “maltrato” de Sánchez, y les daría un arma perfecta contra el Gobierno del PSOE de cara a las urnas.
Los dirigentes socialistas tendrían que tragarse el sapo y aguantar, perdiendo probablemente las elecciones, o mostrar discrepancia con Sánchez. Y ahí muchos tienen un gran problema, como Juan Espadas en Andalucía o la valenciana Diana Morant, ministra de Sánchez al que no puede criticar y a la vez líder del PSPV. Al final, el trofeo de llevarse Cataluña puede salirle muy caro al resto de dirigentes socialistas autonómicos.