Rufián al borde del despido: el portavoz en pánico al saber la sentencia de ERC
Golpe de gracia para el popular rostro de los republicanos en Madrid. Pese al auxilio a la desesperada de su padrino Joan Tardá, su futuro parece sentenciado tras el jaque mate de Rovira.
Gabriel Rufián
Tantos años prometiendo que abandonaría el Congreso -y su nómina de casi 8.000 euros- e incumpliendo su promesa. Y ahora puede que vaya a ser que sí.
Guerra civil total en Esquerra. Y todos los protagonistas se han retratado ya menos uno: su portavoz en Madrid, Gabriel Rufián. Todo porque los junqueristas -los todavía afines al exvicepresidente de la Generalitat- están comenzando a perder la batalla.
La puntilla a Rufián (por persona interpuesta) se produjo este miércoles cuando él todavía presidente de la Generalitat, Pere Aragonés; y Marta Rovira se han sumado al manifiesto de las bases republicanas que exigen apartar a Oriol Junqueras.
Pese al llamamiento del señalado de que “la ropa sucia se ha de lavar en casa”, Rufián es el siguiente en el punto de mira de la purga brutal que se avecina en Esquerra.
Este miércoles, en el pasillo del Congreso tras la sesión de control al Gobierno, Rufián fue preguntado por la guerra civil en su partido y por su postura ante la misma.
Pero escurrió el bulto. Aplicando dos antiguas máximas de la política que se atribuyen al prolífico ministro de la UCD, Pio Cabanillas. La primera, aquella del “Cuerpo a tierra que vienen los nuestros”. La segunda, con su característica retranca gallega: “No se quiénes, pero vamos ganando”
