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Moncloa y Ferraz activan la maquinaria: las dos pesadillas de Sánchez, juntas

El PSOE y el Gobierno caldean el encuentro de las dos personas más duras con el presidente, Ayuso y Milei, con mensajes alertando de “falta de respeto institucional”

Isabel Díaz Ayuso y Javier Milei

Publicado por
Enrique Martínez

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Viernes de terror en Moncloa y Ferraz, y no porque sea viernes 13. El próximo viernes 21 de junio, el presidente de Argentina, Javier Milei, vuelve a pisar suelo español y sólo se verá con un mandatario: la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que le concederá la Medalla Internacional de la Comunidad.

Javier Milei ya tenía prevista esta visita a España para recoger el premio que le ha concedido el Instituto Juan de Mariana, visita que el Gobierno de Pedro Sánchez estaba observando con lupa, e incluso amenazó con no ponerle escolta, tras el cruce de reproches por la última visita y los dardos entre miembros del Gobierno de Sánchez y el propio presidente argentino.

Ahora se añade un elemento más que hace encender más alarmas en Moncloa: un encuentro con Isabel Díaz Ayuso, las dos personas que mantienen un discurso duro con Pedro Sánchez. Ferraz y Moncloa saben que de esa cita puede salir un buen chorreo al presidente del Gobierno, y ya han activado la maquinaria con indirectas para caldear el ambiente, como le gusta al sanchismo.

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha repetido la consigna ordenada exigiendo a Javier Milei "respeto institucional" -como dando por hecho que no lo habrá- y señalando que “aunque se defina como un liberal, libertario o un anarquista de mercado es el primer interesado en coherencia con esta definición, en que las empresas tengan un entorno de seguridad y de tranquilidad". "Y por lo tanto el respeto institucional es una condición sine qua non", ha subrayado.

La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, antes de saber el encuentro de Milei con Ayuso, ya había adelantado la consigna de "un respeto hacia las instituciones de este país y hacia el pueblo español" -como si Sánchez fuera el pueblo español-. También el propio Pedro Sánchez afirmaba hace una semana que "las afinidades ideológicas son libres en los gobiernos, pero el respeto es obligado". El sanchismo pide respeto ante una cita que le pone nervioso, otra cosa es si ese respeto será mutuo, y si no que se lo digan a Óscar Puente.