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La hipocresía de Sánchez con Milei: exige a Ayuso lo que él no da a PP y Sumar

Desde el Gobierno de Pedro Sánchez han acusado de "deslealtad" a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Díaz Ayuso, por entregar una medalla a Javier Milei, presidente de Argentina.

Javier Milei, presidente de Argentina, y Pedro Sánchez, presidente de España.

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Jamás las relaciones diplomáticas de España con países históricamente aliados han sido tan endebles y polémicas. Esta es una evidente realidad. Y la totalidad de la culpa, como es lógico, deriva de una errática -más bien inexistente- política exterior del Gobierno de España. Al contrario, en el entramado internacional, el Ejecutivo no ejerce una lógica política, que demanda diálogo y acciones acordadas, sino, sencillamente, el presidente del Gobierno actúa -como a nivel nacional- en base a sus intereses electorales cortoplacistas: ha puesto lo exterior a su servicio y, ciertamente, no coincide con la conveniencia para el país.

Y hay sobrados ejemplos de ello. El último, y claro, ejemplo es la crisis diplomática abierta con un país, Argentina, hermanado a nivel cultural, social y económico con España. No se recuerda un precedente semejante. Ahora, desde el Ejecutivo, están tachando de "desleal" e, incluso, de "ilegal" el que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, haya recibido este viernes en la Real Casa de Correos, sede del Gobierno regional, al presidente de Argentina, Javier Milei, y le entregara la Medalla Internacional de la Comunidad.

"Se ve muy claramente cuál es su concepto de la institucionalidad, de la lealtad y del patriotismo, al ir corriendo a imponer una medalla fake a quien insulta a España y a sus instituciones, se salta claramente cualquier barrera de lealtad y de institucionalidad", espetó recientemente la ministra portavoz del Gobierno Pilar Alegría. Un paso más en la crítica dio el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, al asegurar que "al conceder esta condecoración, va contra la ley es algo evidente, porque no lo ha comunicado al Gobierno de España como debe por imperativo de la norma". Una vez más, por consiguiente, el Gobierno vuelve a confundir a Begoña Gómez con una institución del Estado: el que Javier Milei insulte a la mujer de Pedro Sánchez no debería tener ninguna respuesta a nivel de Ejecutivo porque, en efecto, no es la primera dama de España.

El PP respalda la "libertad" de Ayuso de invitar a Milei

Aunque con cierto temor por lo que fuera a decir el imprevisible Javier Milei, ya que el PSOE imputará la crítica no a Ayuso sino que a Feijóo -son conscientes de ello en la sala de máquinas del PP-, la opinión que al unísono trasladan desde Génova es clara: respeto a la invitación de Ayuso.

"Desde el PP siempre hemos respetado la política institucional y así lo seguimos haciendo. El problema no reside en que una Presidenta haga una invitación a un líder nacional en el ejercicio de sus competencias, sino en las actuaciones unilaterales de su Gobierno en materias trascendentales, como el reconocimiento del estado de Palestina o la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara", traslada a ESdiario una fuente muy solvente del PP nacional.

Es más, añade que "ya no es que este PSOE rechace hablar con el PP sobre asuntos trascendentales de Estado, sino que Pedro Sánchez ningunea hasta a sus propios socios de coalición, con los cuales no consulta nada ni llega a consensuar una postura común. Entre la crisis diplomática abierta por Óscar Puente y la opacidad con la que se dirige la acción exterior de este gobierno, Pedro Sánchez queda absolutamente inhabilitado para pedir una lealtad que él jamás ha tenido", sentencian desde el PP a este periódico.

La política exterior unipersonal de Pedro Sánchez

Una de las mayores críticas que desde el Partido Popular le hacen al presidente del Gobierno desde que llegó a La Moncloa es el inexistente diálogo que mantiene con la oposición para consensuar un asunto vertebral de Estado como lo constituye la política exterior. Se podría pensar, por tanto, que Pedro Sánchez mantiene una postura unilateral en el plano exterior pero la crítica debiera ir más allá: el líder del Ejecutivo no solo no acuerda sus acciones internacionales con el principal partido de la oposición -algo muy grave en una democracia- sino que tampoco con Sumar, el partido que conforman el Gobierno junto al PSOE. En consecuencia, las decisiones de Sánchez en el entramado internacional son directamente unipersonales, no unilaterales.

Más allá del conflicto diplomático con Argentina iniciado por el ministro de Transportes, Óscar Puente, que insinuó que Javier Milei, el líder del Ejecutivo argentino, es drogadicto, cabe recordar otro ejemplo más de política exterior unipersonal de Pedro Sánchez: el reconocimiento del Estado de Palestina en el marco del conflicto entre Israel y Hamás. Ni tan siquiera acordó la postura con su más directo socio de Gobierno, mucho menos con el Partido Popular, a pesar de la transcendencia del anuncio. Es por ello que el que fue número dos de Sumar en las elecciones europeas, Jaume Asens, aseguró que "no es suficiente con reconocer el Estado palestino", sino que España debe "romper relaciones institucionales y comerciales con Israel para parar su maquinaria de guerra". Una parte del Gobierno criticando a la otra.

Es paradigmático, además, el plan de autodeterminación marroquí para el Sáhara Occidental, la excolonia española, que cuenta con el rechazo de la oposición y también de Sumar. En este sentido, la diputada de Sumar de origen saharaui Tesh Sidi denunció -sin ir más lejos- este jueves que "los pueblos africanos no consideramos un vecino excelente a Marruecos". "Porque espía, extorsiona y no impulsa nada dentro de la Unión Africana. Solo pone impedimentos", añadió. "Por eso no puede ser socio de una democracia excelente como la española", finalizó, equiparando al régimen de Mohamed VI con el israelí. Otra vez, una parte del Gobierno criticando a la otra.

Y si hablamos de la guerra entre Ucrania y Rusia y la posición unipersonal de Pedro Sánchez en tal materia exterior, la historia se repite. Hace unas semanas, en rueda de prensa, el ministro de Sumar Ernest Urtasun ha afeado que el PSOE que no informó en el seno del Consejo de Ministros de la partida de 1.130 millones en Defensa para enviar armas a Ucrania y que un elemento tan importante, advirtió el ministro, como la política de Defensa, "debe discutirse en el Parlamento y traducirse en una votación".

En conclusión, Pedro Sánchez no solo mantiene una honda deslealtad institucional en política exterior con el Partido Popular sino que, incluso, con su socio de Gobierno. Eso sí es deslealtad.

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