El racismo de Junts acorrala a Sánchez: tumbará al Gobierno si no exime a Cataluña de acoger menas

Junts no quiere más menas en Cataluña, y para ello está dispuesto a votar en contra del Gobierno de Pedro Sánchez al que sostiene con sus siete votos. En una muestra más de su solidaridad con el resto de comunidades, el partido de Carles Puigdemont ha exigido al Gobierno eximir a Cataluña de la obligación de acoger menores inmigrantes no acompañados -los llamados menas- o de lo contrario votará ‘no’ a la reforma de la Ley de Extranjería.

Esta exigencia pone en un nuevo brete al Gobierno de Pedro Sánchez, pues aceptarla sería por un lado dar un trato privilegiado a Cataluña por encima del resto de comunidades autónomas, y por otro ceder ante una petición totalmente insolidaria e incluso de tintes xenófobos, ellos que luego tanto claman contra la ultraderecha y sus supuestos mensajes racistas.

Junts se escuda en está negociando con el Gobierno el traspaso a Cataluña de las competencias en materia de inmigración y, por tanto, no pueden aceptar una norma que les obligaría a acoger un determinado número de menas. El PSOE pactó con Junts darle inmigración a cambio de su voto a favor en tres decretos del Gobierno, pero este traspaso luego fue matizado porque materias como la inmigración o el control de fronteras sólo puede ejercerlas el Estado.

El partido de Puigdemont plantea que la reforma de la Ley de Extranjería incluya una disposición adicional que excluya a Cataluña expresamente de la obligatoriedad de acoger a un cupo determinado de menas. Desde Junts aseguran entender la complicada situación que vive Canarias en materia de inmigración, pero recalcan que Cataluña también tiene que hacer frente a este problema.

En el caso de que el PP no quiera apoyar la reforma de la Ley de Extranjería, la norma quedaría en manos de los votos de Junts y bastaría con su abstención, pero los de Puigdemont tienen decidido votar si 'no' se cumple con sus exigencias de no acoger menas en Cataluña. Sánchez debería ceder de nuevo ante Junts y darles un trato preferente, o perder la votación. Un nuevo dilema para el sanchismo.