Moncloa declara la guerra total contra el felipismo: orden de ignorar hasta los fallecimientos

Hay gestos que dicen mucho. Esta semana fallecía Cristina Alberdi, ex ministra de Asuntos Sociales en el Gobierno de Felipe González y ex vocal del Consejo General del Poder Judicial. La socialista es considerada además una defensora de los derechos de las mujeres en su trayectoria política. Sin embargo, ni el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ni las cuentas del PSOE, ni los actuales principales dirigentes socialistas, han dedicado ni un adiós o unas palabras de pésame en memoria de su compañera.

Este hecho no es un lapsus, pues la noticia del fallecimiento es conocida y hasta el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, puso un mensaje de pésame, sino la evidencia de la guerra que desde Moncloa y Ferraz tienen declarada al ex presidente del Gobierno, Felipe González, y todo lo que le rodea, el llamado felipismo o PSOE histórico, que se ha convertido en un pepito grillo molesto para el sanchismo y sus pactos y cesiones como la ley de amnistía.

Muchos socialistas históricos ven espeluznados no ya cómo se les ignora, sino el intento de borrar su memoria y apartarlos de su partido, el PSOE, por no comulgar y tener fe ciega en Pedro Sánchez, y ven que la actitud de vacío total a la memoria de la fallecida Cristina Alberdi es un aviso a navegantes: sobráis en el PSOE de Pedro Sánchez, donde sólo cabe el aplauso al líder.

A nadie se le escapa que Cristina Alberdi en sus últimas apariciones en televisión se mostró crítica con Pedro Sánchez en asuntos como sus cambios de opinión o su intento de controlar la Justicia. La ex ministra socialista cuestionaba los giros del presidente del Gobierno que “ayer decía que no lo hacía y mañana lo hace” y que incluso “se socavan los cimientos de la democracia”.

Ahora, pese a ser una histórica del PSOE, Cristina Alberdi recibe el olvido absoluto de Moncloa y de su partido como castigo a su opinión, una muestra de esa estrategia de eliminar la disidencia y borrar el felipismo mientras se aúpa a categoría de héroe al colaboracionista del sanchismo José Luis Rodríguez Zapatero. Felipe González, Alfonso Guerra y el PSOE de esa etapa sobra para Sánchez, hasta incluso en la muerte de una compañera.