Pedro Sánchez ante su semana negra: más disgustos con Begoña Gómez y Ábalos

Pedro Sánchez arranca este lunes una semana especialmente delicada para él: su esposa se sienta ante el juez instructor para declarar como investigada por los presuntos delitos de corrupción y tráfico de influencias. Ni los tejemanejes de la Fiscalía Europea para llevarse el caso a Europa y controlarlo desde allí, han conseguido evitar que el juez Peinado le tome declaración este viernes, para disgusto del abogado de Begoña Gómez y del propio Pedro Sánchez. 

A este respecto se ha filtrado la posibilidad de que la esposa del presidente del Gobierno se niegue a declarar. Tendrá que acudir a la cita, se sentará delante de Peinado, pero es previsible que no conteste las preguntas que se le formulen.

Puede hacerlo, está en su derecho, pero eso no va a evitar la ‘pena del Telediario’, es decir ver su imagen pública - y en este caso la de su marido - comprometida. El silencio ante el juez no va a evitar los titulares de prensa ni los minutos de televisión ni las tertulias de radio.

Motivos para ello hay de sobra. El último, el que develamos este domingo en ESdiario. Una información de Francisco Mercado destapa que el software o aplicación que varias firmas regalaron a la cátedra de Begoña Gómez y que ésta registró a su nombre, pertenecía a la Complutense en virtud de dos nornas aprobadas por su marido y por Rodríguez Zapatero. 

¿Tercera 'carta a la ciudadanía'?

Mas allá de que finalmente Begoña Gómez acceda o no a contestar al juez, es evidente que lo que más teme Moncloa es el daño a la reputacion de Sánchez que conlleva el ‘paseíllo’ de su esposa por los juzgados. Y conociendo cómo se las gasta el que dirige la orquesta es previsible que intente el mismo viernes alguna maniobra de distracción. Puestos a especular, no se puede descartar una tercera 'carta a la ciudadanía', aunque el golpe de efecto, por repetitivo, está ya muy mermado. 

Es mas probable que veamos otras maniobras del tipo de filtraciones interesadas a la prensa sobre el caos del novio de la presidenta Ayuso, por ejemplo. Alguna medio verdad bien aliñada y lanzada a modo de bomba por las baterías mediáticas de Moncloa a plena potencia de fuego, podría intentar eclipsar o al menos competir informativamente con la presencia de la imputada Begoña Gómez ante el juez. No se puede descartar. 

Begoña ante el espejo de Ábalos

Otro frente que tiene abierto Sánchez, que no para de crecer y del que se esperan novedades es el llamado ‘caso Koldo’, que en realidad es el ‘caso Ábalos’, la corrupción, presunta siempre, instalada en el corazón del Gobierno sanchista. 

La semana va a comenzar para Sánchez con los ecos de la exclusiva de El Mundo este domingo en la que relata cómo fue el tenso momento cuando Sánchez comunicó a su ministro de Transportes, José Luis Ábalos, que lo echaba del Gobierno. 

Es cierto que la información no compromete a Sánchez, pero sí desvela que Ábalos ha comenzado a cantar. Está claro que esa conversación solo la podían conocer al detalle los dos protagonistas. Se puede descartar que la haya filtrado Pedro Sánchez. Así que la deducción es muy sencilla. 

Ábalos, según cuentan los compañeros de El Mundo, es muy consciente de que acabará investigado o imputado por el Tribunal Supremo y que en ese momento podrá empezar a defenderse. Más de uno empezará a temblar también en ese momento.

El PSOE y el Gobierno tratan de evitar tener que dar explicaciones sobre Ábalos. El pasado lunes, la portavoz socialista en Ferraz, Esther Peña, utilizaba un argumento rocambolesco para eludir las preguntas sobre el exministro y ex secretario de Organización del PSOE: Ábalos "no forma parte" del partido y "nosotros no estamos para hablar de situaciones concretas de ningún ciudadano particular". 

El ex número dos del PSOE y principal asesor de Sánchez durante años se ha convertido ahora en "un ciudadano particular". Una patada hacia adelante a la pelota que no va a evitar que se le sigan pidiendo explicaciones. Eso lo dejó muy claro el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en la sesión de control al Gobierno en el Congreso cuando le recordó a Sánchez que el pacto por el CGPJ no le libra de tener que explicar sus casos de corrupción más cercanos. La bola sigue creciendo.