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Caso Begoña

El gran dilema de Moncloa ante el paseíllo de Begoña Gómez: Sánchez baraja acompañarla ante el juez

Desde el gabinete del presidente valoran dos opciones: una llegada de Begoña Gómez discreta en solitario o con Pedro Sánchez de la mano mostrando su apoyo para victimizarse y movilizar a los suyos

Sánchez con Begoña Gómez en un mitin del PSOE

Sánchez con Begoña Gómez en un mitin del PSOE

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El próximo 5 de julio todas las miradas estarán en la Audiencia Provincial de Madrid y en el paseíllo que la mujer de Pedro Sánchez, Begoña Gómez, tendrá que hacer como investigada por tráfico de influencias y corrupción en los negocios para declarar ante el juez Juan Carlos Peinado. La foto de Begoña Gómez entrando en el juzgado será la más buscada ese día y se da por hecho si la esposa del presidente entra como se espera, como una ciudadana más. Sin embargo, en Moncloa surge un interrogante ¿Debe acompañar Pedro Sánchez a su mujer en el paseíllo al juzgado?

Que Pedro Sánchez apareciera de la mano junto a Begoña Gómez en su entrada al juzgado es una imagen arriesgada, pero sin duda sería un golpe de efecto de esos que gustan tanto si el presidente del Gobierno. Si algo ha demostrado Sánchez es que es capaz siempre de superarse a sí mismo y sorprender con sus giros de guion en política a lo serie americana, y este golpe está seriamente encima de la mesa. 

La imagen de Pedro Sánchez acompañando a Begoña Gómez en el juzgado no sólo demostraría la fe del presidente en la honestidad total de su mujer como ha defendido siempre señalando que no hay nada en el caso Begoña y todo es un montaje “de la ultraderecha”, sino que además refuerza la parte humana de Pedro Sánchez como un marido enamorado capaz de hacer lo que haga falta por su mujer, el mismo discurso que ha transmitido en sus cartas a la ciudadanía y su reflexión de cinco días.

Además, la aparición de Pedro Sánchez serviría para movilizar a los fieles del PSOE sanchista, esos que compran a fe ciega su estrategia, van a Ferraz a jalearle que no se vaya o aplauden a Begoña Gómez como una heroína socialista más en sus apariciones en los mítines del PSOE. El presidente logra mantener prietas las filas entre los suyos y seguir con ese mensaje casi mesiánico de “yo o el caos de la ultraderecha”.

Eso en los pros, porque esta estrategia del show en la puerta del juzgado también tiene sus contras a valorar. Con esa imagen Pedro Sánchez ligaría todavía más su futuro político al judicial de su mujer, y eso es un riesgo si la investigación a Begoña Gómez acaba con su mujer sentada en el banquillo e incluso condenada. Además está el doble factor mediático: mientras unos aplauden al presidente haga lo que haga, otros como la prensa internacional amplifican la imagen de Begoña Gómez como alguien envuelto en asuntos por esclarecer, y eso no gusta ni hace bien a Sánchez. La respuesta a qué hará el presidente el 5 de julio.

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