Desde el Comité de Europa de la Internacional Socialista
Sánchez a lo suyo un día después del juicio a su esposa: se autoproclama muro contra la ultraderecha
El presidente del Gobierno define a los socialistas de toda Europa como la "última línea de defensa" ante lo que llama "avance del populismo reaccionario" y afirma que son el antídoto contra ellos.
Después de disfrutar en Stuttgart este viernes de la clasificación de España para las semifinales de la Eurocopa, Pedro Sánchez ha viajado hasta Bucarest, en Rumanía, para asistir al Comité de Europa de la Internacional Socialista que se celebra este sábado en la capital rumana. Desde allí, tan solo 24 horas después de que su esposa se sentara ante el juez Juan Carlos Peinado y asegurar que “no sabe por qué se le investiga”, ha vuelto a lanzar ese mensaje de alarma que se ha convertido en un mantra para el socialismo de un tiempo a esta parte: ¡que viene la ultraderecha!
Durante su discurso -en inglés- Sánchez ha afirmado que los partidos de esta formación son la "última línea de defensa" ante la ultraderecha y que el antídoto ante su avance es gobernar y atender los problemas de la gente. Palabras que llegan en un momento crucial tras la victoria de Marine Le Pen en la primera vuelta de las elecciones legislativas en Francia. Este domingo se celebra la segunda y el resto de fuerzas -Renacimiento de Macron, Agrupación Nacional y partidos de izquierdas- han creado un cordón sanitario para impedir su ascenso al poder.
Y es que, los resultados de esa primera vuelta dejan a las claras que en el argumento de Sánchez de que el antídoto ante su crecimiento es gobernar y atender a los problemas de la gente algo falla. Especialmente en el segundo de los casos, dejando a las claras -en este caso los franceses- que algo falla a nivel social en el país galo. Lo de gobernar, hablando de España, es un caso aparte, ya que los socios que dieron a Sánchez la Moncloa no se lo están poniendo fácil para sacar adelante sus leyes. Y las que sacan, como la de la renovación del CGPJ, son criticadas fervientemente por los miembros de “Frankestein” por hacerlo con el Partido Popular.
Otra de las palabras que han llamado la atención del presidente del Gobierno este sábado desde Rumanía han sido las siguientes: “No se trata de ver quién tiene razón, sino de ganar elecciones”. Especialmente curioso teniendo en cuenta las últimas veces que los españoles han ido a las urnas han dejado bien claro cuál es su opción más votada y preferida más allá de que Sánchez pacte con quien pacte. Y no es la del PSOE, sino la del Partido Popular de un Alberto Núñez Feijóo que desde su llegada al liderazgo de los populares siempre ha obtenido más votos que Sánchez, encumbrado después al Gobierno por sus coaliciones con socios como Sumar, ERC, Junts o Bildu.
Es nuestra responsabilidad frente a esta ola reaccionaria, porque nadie más lo hará. Somos la última línea de defensa y de nosotros depende de nosotros que Europa no traicione su propia alma
Como no podía ser de otra forma, durante su discurso se ha acordado del PP al que ha vuelto a calificar de ultraderecha de forma más o menos velada. Y es que no lo ha nombrado directamente pero ha acusado a los “partidos conservadores” de asumir cada vez más el discurso de la ultraderecha en temas como la inmigración, la igualdad o la lucha contra el cambio climático. “No se puede contar con ellos para frenar a la ultraderecha”, ha expresado el jefe del Ejecutivo de nuestro país.
"Debemos convertir esta victoria moral en una victoria real, porque esta es la manera de impedir que gobierne la extrema derecha, como está haciendo Marcel en Rumanía y, por supuesto, yo mismo en España", ha señalado en referencia a Marcel Ciolacu, primer ministro de Rumanía y líder del Partido Social Demócrata de este país.