Pedro Sánchez da la puntilla a Yolanda Díaz: humillación calculada ante los empresarios
La vicepresidenta, muy débil tras sus fracasos electorales, vuelve a sufrir el fuego amigo del ala socialista del Gobierno, esta vez a costa de la reducción de la jornada laboral.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
Entre Nacho Cano y Begoña Gómez, unos días por uno y otros por la otra, la nueva grieta interna en el Gobierno de Pedro Sánchez a costa de la reducción de la jornada laboral está pasando casi inadvertida. Yolanda Díaz ha salido, de nuevo, trasquilada.
La vicepresidenta y ministra de Trabajo había hecho de esa medida algo personal, con ultimátums incluidos a la patronal: Díaz está acostumbrada a gobernar imponiendo sus medidas a la CEOE. No negocia, solo acuerda con los sindicatos e impone el acuerdo a los empresarios. Así lo ha hecho con las subidas del salario mínimo y con otras cuestiones. Y así pretendía hacerlo ahora con la reducción de la jornada laboral.
"No hay relación entre la CEOE y la ministra de Trabajo", reconocen desde la patronal. Por muy descabellado que parezca es así. Díaz, comunista de carnet, ve al empresario como el enemigo explotador, no como al creador de empleo y riqueza. De ahí que no haya negociación sino imposición.
La ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, y el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi.
Pero esta vez la medida de reducir la jornada laboral ha colmado el vaso. La CEOE ha estallado. Su presidente, Antonio Garamendi, acusa a Yolanda Díaz de querer regalar 12 días de vacaciones pagadas a los trabajadores a costa de los empleadores. Inasumible, entienden, en un país donde la productividad está ya por el suelo. "No seremos cómplices de futuros fracasos", ha afirmado el presidente de la patronal desentendiendose por completo de la medida de Díaz.
Antes, hace unos días, el presidente de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) fue más duro aún al denunciar las "medidas intervencionistas del Gobierno" y un "hostigamiento" que no solo viene de la reducción de la jornada laboral sino de medidas anteriores como el aumento del SMI y de las cotizaciones sociales.
No obstante, el freno a la medida de Yolanda Díaz no lo ha puesto la patronal sino el propio Gobierno. El ala socialista del Ejecutivo, con el ministro de Economía a la cabeza, ha tirado del freno de mano, desautorizando una vez más a la ministra de Trabajo. Carlos Cuerpo, mucho más conciliador, busca un acuerdo con los empresarios y le ha dicho a Díaz que su ultimátum se lo guarde en el bolso.
El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo.
Más allá de la inoportunidad de la medida, se atisban razones políticas. La principal es desactivar aún más a una debilísima Yolanda Díaz que, tras dejar la dirección de Sumar, se ha quedado en el aire dentro del Gobierno. No pinta nada, viene de fracaso en fracaso y cualquiera diría que el PSOE se ha propuesto darle la puntilla.