Muchos escenarios abiertos
Pedro Sánchez para rato, a pesar de las 'mini crisis' de Gobierno
Aunque estabilidad no es la palabra que mejor define esta legislatura y a pesar de que hay muchos escenarios abiertos, todos -o casi todos- coinciden en que el líder del PSOE hará todo lo posible por mantenerse a flote. Y en eso, es un experto.
Siempre sin descartar que un último episodio asambleario en ERC pueda dar un nuevo vuelco a la hoja de ruta del Gobierno, los cálculos de Pedro Sánchez sobre la duración de la legislatura son bastante optimistas. Y los más realistas del PP admiten que, independientemente de la inestabilidad que comporte para el Ejecutivo, va a haber “Sánchez para rato”.
El juez Manuel García Castellón y su despiste, que ha supuesto el archivo de la causa abierta contra Carles Puigdemont, o la dirigente de ERC, Marta Rovira, entre otros, ha dado un nuevo giro al enésimo capítulo de la Ley de Amnistía y su posible aplicación.
Para empezar, la “ira de Rovira” ha mutado en alegría desmedida. La dirigente independentista que se fugó a Suiza para evitar correr la misma suerte que en su día corrió Oriol Junqueras en las cárceles catalanas, pisará este fin de semana ya suelo español y catalán, quizás para seguir conspirando contra Junqueras o tal vez no, pero libre de cualquier cargo, por “gentileza” de García Castellón.
Por otra parte, si hace una semana el pesimismo era la tónica general entre los socialistas -con respecto a la posibilidad de convertir a Salvador Illa en presidente de la Generalitat de Cataluña- ahora dan prácticamente por hecho que no habrá repetición electoral en Cataluña y que Illa será Molt Honorable President (a falta de discutir condiciones con ERC) más pronto que tarde.
Desde el PSC, que andaban escondidos debajo de las piedras, han vuelto a emerger, con sonrisa de anunciante de dentífrico, convencidos de que ahora sí, que ahora les toca y que parte del empresariado catalán les apoya e incluso deposita su última esperanza en Illa, tras años de estancamiento económico y “tostón procesista”. Eso sí, ese empresariado se lo dice por lo bajini a Salvador Illa, sin perderle la cara ni retirar la sonrisa a toda la parroquia de Junts.
Con Illa en la Generalitat, se abren otros interrogantes en el PSOE. ¿Cuál será el siguiente paso de Puigdemont? ¿Responderá pateando las posaderas de Sánchez? Lo cierto es que el presidente del Gobierno, según fuentes del PSOE, está convencido de que la “venganza” de Puigdemont no será tan terrible como parece, habida cuenta, según estas mismas fuentes, que con una legión de jueces cargándose de razones y argumentos jurídicos contra la aplicación de la amnistía, aquellos que quieran ser amnistiados necesitarán, seguramente, de los buenos oficio del gobierno ante la UE y sus tribunales de justicia, o de una interpretación favorable a su causa desde el Tribunal Constitucional…
Rabietas al margen, la opción de dar una patada al tablero comporta ciertos riesgos para el propio Puigdemont, que hace tiempo ya que no confía en Pedro Sánchez, pero que, seguramente, tendrá que hacer "de la necesidad virtud" una vez se certifique que no tiene opción alguna de revalidar el cargo de President de la Generalitat y que la posibilidad de repetición electoral en Cataluña se esfuma, como siempre, con toda prevención y salvando giros de guión inesperados, de última hora.
Los socialistas catalanes han dado fechas a sus diputados, para que se tomen unos días de vacaciones, pero están todos avisados de que a partir de un día D a una hora H, allá por el mes de agosto, deben estar todos localizables y con posibilidades de personarse en menos de 48 horas en el Parlament.
Con todo, Pedro Sánchez ya ve de nuevo la legislatura con luces largas y, podría estar preparando un cambio en el Gobierno más profundo de lo que estrictamente le exigen los nombramientos europeos, para este otoño. Y mientras tanto: caos, bronca y muchos escenarios abiertos que solo él sabe cómo irá cerrando en cada momento.