Recuerdan lo que Otegi le dijo a Évole sobre Miguel Ángel Blanco: "Estaba en la playa"

13 de julio de 1997. La noticia que nadie quería escuchar llega de madrugada, concretamente a las 4:30 de ese jueves de verano triste. Se confirma el fallecimiento de Miguel Ángel Blanco Garrido después de 12 horas de agonía. Es la víctima número 778 de la espantosa historia sanguinaria de ETA. 27 años han transcurrido ya de aquella pesadilla, la peor de la vida de muchos. Cualquiera con cierta edad, recuerda perfectamente dónde estaba y con quién en el momento en el que pudo confirmar que los asesinos de ETA habían cumplido su innombrable chantaje y habían acabado con la vida del joven Miguel Ángel. 

Durante estos últimos días, se han celebrado innumerables homenajes por toda la geografía española en recuerdo al edil del PP en Ermua y, pese al paso del tiempo y al positivo cambio de numerosos condicionantes trágicos, la memoria continúa viva. El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, participó tanto en el recuerdo que se dio a Miguel Ángel Blanco en su localidad natal, la vizcaína de Ermua, como en el acto central celebrado este pasado jueves en los jardines que llevan su nombre en la capital de España. 

Las cosas han cambiado de manera considerable y, en ausencia de la ETA asesina de entonces, los miembros de EH Bildu se han convertido en socios preferentes para la labor del gobierno socialista de Pedro Sánchez. En esta fecha de recuerdo y memoria, se antoja conveniente recordar lo que le contó en su día el líder del partido abertzale, Arnaldo Otegi, a Jordi Évole cuando el periodista de La Sexta le entrevistó para Salvados y le preguntó directamente por cómo vivió él aquellos días tenebrosos.  

"A ti, ¿qué te sugiere el nombre de Miguel Ángel Blanco?", le pregunta Évole a Otegi. "Me sugiere una situación enormemente tensa en el país", dice el líder abertzale que habla de que el día en que Miguel Ángel Blanco apareció "muerto", en ningún caso sale de su boca la palabra "asesinado", él tiene un recuerdo imborrable. Y, cuando se podría esperar que Otegi hablara de otra cosa, dice: "Estaba en la playa de Zarauz". Ante la extrañeza del periodista de La Sexta, el vasco insiste: "Estaba en la playa como un día normal, estaba con mi mujer y con mis hijos. Yo tengo un cuñado que tiene una casa en Zarauz y estaba en la playa como decenas de miles de personas", dice, incluso, con una sonrisita irónica en el rostro. 

La antesala de una gran tragedia

El líder de EH Bildu continuó asegurando que lo más que le llamó la atención fue el "silencio" que había en la playa, que era como "la antesala de una gran tragedia" y recuerda sus sensaciones: "Aquello se percibía de una manera brutal en la población vasca que me hacía presuponer que aquello era una catástrofe humana, una catástrofe política y en una catástrofe en términos sociales". 

En un momento de la entrevista, Évole le hace ver a Otegi su incomprensión sobre el hecho de que él, como parlamentario abertzale, estuviera tan tranquilo en la playa. "Pero es que yo no sabía que le iban a matar ese día", se defiende el político vasco. "En aquel momento, ¿uno no piensa?", pregunta Évole, "me voy a reunir con los míos, vamos a ver si podemos llegar hasta los que lo tienen secuestrado...". Y es en ese momento cuando Otegi busca salir bien parado de aquello. "Alguna iniciativa hubo planteamos algunos para que el desenlace no fuera ese y no surtió efecto. Y no voy a decir más", cierra el líder de EH Bildu visiblemente nervioso.