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Plan de regeneración

Bluf de Sánchez: usa Europa para controlar los medios y no concreta salvo dar dinero a los fieles

El plan de regeneración de Sánchez se queda en leer la normativa europea e imponerla en España, prometer 100 millones a los medios ¿amigos? y culpar a la derecha de las noticias falsas

Pedro Sánchez comparece en el Congreso

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, había anunciado a bombo y platillo después de sus famosos cinco de reflexión tras abrirse una investigación judicial a su mujer que presentaría un plan de regeneración democrática que apuntaba sobre todo al control de los medios de comunicación, a los que el presidente lleva meses acusando de esparcir “bulos” y “fango”. Para ello, Sánchez comparecía en el Congreso. Sin embargo, el plan del presidente del Gobierno ha sido un bluf. Ni siquiera un plan como tal: Sánchez se ha limitado a leer la normativa europea sobre medios, anunciar alguna medida cosmética como la obligación de hacer debates electorales, prometer cien millones a los medios para tenerlos domesticados y culpar a la derecha de todas las noticias falsas.

De esta forma, Pedro Sánchez se ha excusado en Europa para intentar instaurar en España medidas para controlar los medios como fijar nuevos estándares de transparencia sobre la propiedad -hacer públicos los accionistas de los medios-, controlar la asignación de publicidad institucional y la medición de audiencias de los medios de comunicación privados ligando el dar publicidad con esas audiencias.

Para Sánchez "los ciudadanos deben conocer las fuentes de financiación de los medios de comunicación, el nombre de sus accionistas y las cifras de audiencia de forma honesta, para evitar fraudes en la inversión publicitaria por parte de gobiernos de nuestra democracia, mediante el uso, por ejemplo, de bots o de clickbaits y también la injerencia de actores extranjeros".

Sánchez ha defendido la necesidad de "limitar la financiación de las administraciones públicas para que no haya medios de comunicación que tengan más financiadores públicos que electores y asegurar que no haya partidos políticos que compren líneas editoriales con el dinero de todos los contribuyentes".

Para ello, Sánchez trasladará al Congreso el Reglamento Europeo de Libertad de Medios de Comunicación de Europa "para combatir las injerencias políticas en decisiones editoriales" y propondrá la votación de este reglamento en España "porque lo que se vota en Estrasburgo, se puede votar en España" tras los cuchicheos de los diputados, indicando que en Europa votaron a favor PP y PSOE, y pidiendo aplicar estas medidas en España sobre los medios de acuerdo al interés de Moncloa.

"Evidentemente no es la misión ni la intención del Gobierno repartir carnés de fiabilidad entre los medios de comunicación", ha subrayado Sánchez entre las risas de los diputados. El presidente además se saca de la manga 100 millones de euros “para la digitalización de los medios”, un anuncio que la oposición ha criticado por entenderse una forma de comprar a los medios para acallarlos

Sánchez propone una reforma de la Ley Electoral para obligar a hacer debates y otra para que las encuestas incorporen los microdatos, dos de las pocas medidas que ha concretado el presidente, y que el Gobierno "reforzará los derechos al honor y a la rectificación de la ciudadanía" para lo cual se propondrá "una nueva reforma de la Ley Mordaza".

Y para variar, el presidente del Gobierno ha ligado los bulos con la ultraderecha exclusivamente como si en el otro lado del espectro no hubiera noticias falsas. "Las fake news no son causadas por accidente, hay alguien que las fabrica para deteriorar la democracia y sus instituciones", ha afirmado antes de asegurar que "estas noticias falsas están directamente ligadas con el voto a la ultraderecha. Es un vínculo probado. Usan las fake news para envenenar la convivencia", ha insistido. Nada nuevo bajo el sol.