Indra y Complutense firmaron que Begoña Gómez no podía registrar la herramienta donada

El 15 de septiembre de 2022 Minsait, filial de Indra, firma una colaboración con la cátedra de Begoña Gómez para adherirse al club de patrocinadores y aportarle gratis tecnología y trabajo para establecer una plataforma de medición de impacto recurrente.

Ya chirría que una empresa que controla Sánchez -meses antes elevó la participación estatal hasta un 28%- sea mecenas de la cátedra de su esposa. Pero el acuerdo revela una mayor complicidad tras aflorar que Begoña Gómez registró a su nombre la marca de tal plataforma donada. Y era algo que Indra por escrito prohibió.

Minsait, filial de Indra, "llevará a cabo los citados Compromisos Específicos bien con recursos propios o bien con el soporte de la sociedad del Grupo de la firmante Flat, 101". Minsait "seguirá siendo el titular de todos los derechos de propiedad intelectual sobre el material, la documentación, la tecnología, los productos y el know-how que ha desarrollado, creado y/o del que es propietaria de otra manera antes de la fecha de esta adenda, y nada de lo aquí contenido constituirá, supondrá el reconocimiento o implicará una transferencia o licencia con respecto a la misma".

"En todo caso, la propiedad intelectual de los resultados obtenidos con ocasión del desarrollo de la herramienta tecnológica PLATAFORMA DE MEDICIÓN DE IMPACTO RECURRENTE detallados en el anexo serán propiedad exclusiva de la UCM". Minsait insistía sobre la propiedad intelectual. 

"Cualquier utilización del logo, marcas o signos distintivos titularidad de MBC [Minsait] se hará siguiendo las normas que para ello proporcionará MBC, y reservándose MBC el derecho a comprobar que ese uso respeta las normas de utilización del mismo. En este sentido, los socios fundadores (de la cátedra) declaran conocer el uso de la marca, logo y signos distintos de MBC".

Y detallaban que el acuerdo se regiría por la legislación española. Y la ley preceptúa que la titularidad intelectual de todo trabajo universitario es de la Universidad, salvo acuerdo expreso escrito. Esto lo rubricaba el vicerrector. Y así lo proclaman textualmente sendas leyes de Zapatero y Sánchez. Pero finalmente, la marca de tal plataforma ni la registró Minsait ni la Complutense, pese a lo firmado en dicho acuerdo. Lo hizo Begoña Gómez.

Curiosamente, la participación de Indra nace a partir de una petición de la Complutense formulada en marzo de 2022, al mes siguiente de la elevación de la cuota accionarial sanchista al 28%. Y la comparte con Google y Telefónica.

La donación de esta plataforma se rubrica el 15 de septiembre de 2022, aunque se había gestado en los meses anteriores por un coste de unos 150.000 euros donados y otros 50.000 contratados. Begoña Gómez realiza un hecho insólito un mes después que presuntamente atenta a lo firmado.

La segunda dama registra como propia la marca de una aplicación similar el 10 de octubre de 2022. El organismo que privatiza su aplicación (la oficina de Patentes y Marcas) depende de Industria, cuya titular en 2022 es Reyes Maroto. Previamente, en 2020, ha registrado también el nombre de su cátedra pública, algo que igualmente choca con la legislación universitaria.

Ni el rector, ni el entonces vicerrector, ni los patrocinadores ni la estatal Indra denuncian la presunta apropiación intelectual de lo donado que, por ley, es patrimonio público. Así lo alertó el vicerrector Doadrio a Begoña Gómez, según su versión. Es uno de los elementos clave que investiga el juez que le interroga mañana junto a sus probadas recomendaciones a contratistas como Barrabés.