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'CASO BEGOÑA GÓMEZ'

Las 3 maniobras que delatan la preocupación de Begoña Gómez: el tiempo, el silencio y la imagen

La esposa de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, se ha acogido este viernes a su derecho a no declarar ante el juez que la investiga por los presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios.

Pedro Sánchez junto a su mujer Begoña Gómez

Pedro Sánchez junto a su mujer Begoña Gómez

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su esposa, Begoña Gómez, además de estar "profundamente enamorados", como aseguró el líder del Ejecutivo en una de sus cartas remitida "a la ciudadanía", denotan también estar profundamente preocupados. El cambio de la táctica en la defensa y, sobre todo, la palmaria reconsideración de la estrategia comunicativa de cara a la opinión pública, así lo evidencia.

Tal y como venimos avanzando en ESdiario, Begoña Gómez se ha acogido este viernes a su derecho a no declarar ante el juez que la investiga por los presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios. Concretamente, al arranque de su comparecencia ante el juez Juan Carlos Peinado, ha indicado que no declararía este viernes, cuando estaba citada por segunda vez ante el magistrado dado que la primera vez tuvo que suspenderse la declaración.

Del 'Free Bego' al silencio y ocultación

La nueva estrategia del silencio a nivel judicial y de ocultación a nivel mediática contrasta con la seguida hasta ahora. Y es que ya nada queda de ese reparto de merchandising, fundamentalmente pulseras, que el PSOE protagonizó a escasos días del 9J europeo con la inscripción Free Bego, en apoyo a esa "cacería sin precedentes", como tildaban socialistas consultados, contra la esposa de Pedro Sánchez. 

Os lo agradecemos Begoña y yo”, exclamó Pedro Sánchez a la “familia socialista” el pasado 6 de junio en un mitin en Benalmádena (Málaga) acompañado de su mujer Begoña Gómez a las puertas de las ya celebradas elecciones europeas. Acababa de ser citada a declarar como investigada -imputada-.

Cabe recordar que desde el PSOE y hasta algún que otro miembro del Ejecutivo, en una transversal estrategia sincronizada desde La Moncloa, comenzaron en ese momento a situar en la agenda pública y mediática la idea de la "cacería política" del PP y Vox y "judicial", del juez Peinado -quien lleva el caso Begoña, como se conoce en prensa-, para convertir a la esposa del presidente del Gobierno en toda una víctima. No funcionó y sigue sin funcionarles. Feijóo, a través de su candidata al Parlamento Europeo, acabó ganando notablemente las pasadas elecciones del 9J.

Maniobra 1: el tiempo

Begoña Gómez hizo esperar al juez Peinado 17 minutos en el día de su primera declaración, ocurrida el pasado 5 de julio, aplazada hasta este viernes 19 de julio al haberse justificado un error en la notificación de una nueva demanda interpuesta por Hazte Oír

Este viernes, sin embargo, entró -por el garaje, para evitar 'el paseíllo'- en los juzgados de plaza de Castilla a las 9:38 de la mañana, tal y como han confirmado fuentes de La Moncloa a ESdiario. Esto es, entró veinte minutos antes de la hora prevista del inicio de su comparecencia ante el juez que, al igual que en el pasado 5 de julio, era las 10:00 de la mañana. 

Huelga decir que el tiempo constituye toda una estrategia. Máxime tratándose de la mujer del Presidente que, de querer, podría estar a tiempo -a las 10:00, ni antes ni más tarde- ambos viernes: de encontrar retención, los escoltas podrían activar las luces prioritarias de sus vehículos y sortear el tráfico.

El 9 de julio hizo esperar al juez pero también a una prensa que, como atestiguó este periódico, mantenía una gran confusión ante la opacidad de una Moncloa que estaba dirigiendo el proceso, como confirmaron fuentes muy solventes del PSOE a ESdiario. Querían, pues, desde La Moncloa evitar el mayor número de imágenes posibles y evidenciar que, frente a la "cacería judicial y mediática", no temían, tampoco, en hacer esperar al juez instructor.

Todo cambió en este viernes 19 de julio. Lo más probable es que la defensa se diera cuenta que mejor no jugar con un juez que va en serio.

Maniobra 2: el no declarar

Desde luego, la esposa de Pedro Sánchez está en todo su derecho a no declarar -en su condición de investigada- y, desde un punto de vista defensivo y lógico, tal estrategia constituye la óptima.

"El no declarar es una opción muy viable porque hasta que no tenga acceso a todo el contenido de la investigación y hasta que no se sepa todas las declaraciones de los testigos, Begoña Gómez no va a poder articular un relato mucho más contundente ya no únicamente por lo que hasta ahora se conoce sino por lo que se pueda llegar a conocer", explica a este periódico el abogado Pablo de Palacio.

Sin embargo, no hay que olvidar que ante la opinión pública, en un caso tan mediático como este, la estrategia de no declarar no hace más que incrementar el morbo y dotar a la oposición a Pedro Sánchez de un discurso de "sospecha" que desgaste al líder del Ejecutivo y del PSOE.

En este sentido, desde el Partido Popular, en boca de su portavoz, Begoña Gómez "alienta las sospechas" con su "silencio", después de que ninguno -ni ella ni Sánchez- haya ofrecido aclaraciones ante la investigación judicial por presuntos delitos de corrupción en los negocios y tráfico de influencias. 

Maniobra 3: evitar a toda costa imágenes

El operativo de seguridad ha incluido alrededor de diez furgones de la Policía Nacional y decenas de agentes resguardando cada entrada. Los periodistas, como pudo comprobar ESdiario, fueron ubicados en un área cercada más pequeña que la de hace dos semanas, muy cerca del carril del autobús. Tras las quejas de los profesionales, los agentes finalmente cortaron el carril bus en esa zona del Paseo de la Castellana (Madrid) para prevenir cualquier incidente.

El objetivo de ambos viernes, además del lógico y legítimo de salvaguardar la integridad de Begoña Gómez y su defensa así como la del resto de ciudadanos que transcurrieron por la zona, era evitar el mayor número de imágenes posibles.

Esta maniobra, por tanto, no hace más que evidenciar que en La Moncloa han entendido que por mucho discurso de "cacería judicial y mediática" que alienten desde el Gobierno y desde el PSOE, esta investigación a Begoña Gómez impacta directamente en su marido, Pedro Sánchez, propiciando un sustantivo desgaste.

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