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Los tres movimientos de Sánchez en el ‘caso Begoña’ que debilitan la democracia

El presidente del Gobierno no tiene reparo en mentir y en poner al servicio de su esposa todos los medios humanos y materiales del Ejecutivo y del PSOE

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez

El presidente del Gobierno, Pedro SánchezEDUARDO PARRA

Director de ESdiario

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Una cosa es la estrategia legal de defensa y otra la estrategia política de defensa. En el 'caso Begoña' se aprecia a la perfección esa distinción con unas prácticas perfectamente lícitas de su abogado y otras, del Gobierno y del PSOE, que merecen el reproche por peligrosas y antidemocráticas. 

Lo que haga el abogado defensor de Begoña Gómez, Antonio Camacho, es respetable aún cuando se esté en total desacuerdo. Todo el mundo, hasta el peor reo, tiene derecho a defenderse, incluso utilizando la mentira o el silencio o las maniobras de dilación o distracción de su abogado. 

Es lícito, aunque también es verdad que no por eso queda eximido de la crítica social y mediática. Se puede interpretar el silencio de la esposa de Pedro Sánchez como un intento de ocultar, como una falta de colaboración con la justicia, por muy legítima que sea su actuación. 

Sin embargo, en este presunto caso de corrupción que ha sentado a Begoña Gómez ante el juez, hay al menos tres actuaciones de Pedro Sánchez, a través de su Gobierno y de su partido, que no son admisibles en una democracia como la española. 

1.- Bolaños, ministro de Justicia y abogado defensor

Es inaudito que Félix Bolaños actúe como abogado defensor de Begoña Gómez. "Hemos vivido un capítulo más en la persecución cruel y terrible que está sufriendo el presidente del Gobierno y su familia", afirmó después de que la mujer de su jefe acudiera a los juzgados de la plaza de Castilla por segunda vez. Según añadió, Begoña Gómez es objeto de una "persecución cruel e injusta" en un proceso judicial "plagado de mentiras, de insignificancias y donde todos los informes y todas las declaraciones acreditan que no hay nada". 

No tiene precedentes que el ministro de Justicia, el encargado de velar por la independencia de los jueces, se dedique a cuestionarlos, defendiendo sin conocimiento de causa y sin motivo alguno, más allá del sectarismo y el partidismo, a una ciudadana particular por el mero hecho de ser la esposa del presidente del Gobierno, es decir, de su empleador. Bolaños no está a la altura del cargo, su comportamiento es indigno e irresponsable porque atenta contra la propia democracia. Debería dimitir. 

No es el único ministro que se ha manifestado en estos términos, como defensor de la esposa del presidente, pero sus palabras cobran una especial relevancia y gravedad por su condición de ministro de Justicia. Óscar Puente, perejil de todas las salsas, también ha tenido su ración de irresponsabilidad. "No se puede seguir con una causa abierta en la que no hay pruebas ni siquiera indiciarias que incriminen a una persona y buscando en su vida a ver si encuentra alguna. Esto, desde luego, no es lo que contempla nuestro derecho penal. Lo he dicho muchas veces. Yo he ejercido veinte años la abogacía y no he visto nada semejante", ha manifestado al respecto. 

2- El jefe de prensa del PSOE, "vaya huevazos"

También resulta inaudito, un caciquismo impropio de una democracia occidental, que el jefe de prensa del PSOE, Ion Antolín, asista al interrogatorio del juez a Begoña Gómez como acompañante o asistente o secretario de la mujer de su jefe, porque no se sabe en calidad de qué aparece por allí y accede a los juzgados. Lo ha hecho las dos ocasiones, prueba evidente de que Sánchez también ha puesto al servicio de su esposa, en teoría una socialista más, a todo su partido. Manda a su jefe de prensa, pagado con el dinero público de las subvenciones a los partidos políticos, a que le sujete el bolso a Begoña Gómez. 

"¿Qué pinta aquí el partido?", le pregunta el periodista Vito Quiles a Antolín a la salida de los juzgados de Plaza de Castilla. "¿Y tú, que no eres periodista, qué pintas aquí?, ¡Vaya huevazos tienes!, ¡venga ya, chaval!, fue toda su contestación ante una pregunta cargada de lógica que se hacen muchos: ¿Qué hace el jefe de prensa de un partido en el interrogatorio judicial de una persona particular? 

3- Cien millones a los medios ‘buenos’

Esa manera de proceder del PSOE y del Gobierno respecto a Begoña Gómez encaja muy mal con la pretendida regeneración democrática que anunció esta semana Pedro Sánchez en el Congreso. Es más, ambas cuestiones se repelen.

Más allá de su palabrería hueca contra los medios y de dejar en evidencia su deseo de imponer algo muy parecido a una censura previa, el presidente solo concretó una idea: regar a la prensa con 100 millones de euros para la digitalización. La prensa amiga, claro, o la que haga méritos. 

Lo que él considera "webs", panfletos es decir, los críticos, no verán un euro. Si no son medios legítimos, si son "pseudomedios", como los califica Sánchez, es evidente que no tendrán ayudas destinadas a 'medios de verdad'. Y para ser un 'medio de verdad' y aspirar a recibir un trozo de pastel habrá que adular al que corta la tarta. En definitiva su regeneración democrática pasa por amedrentar a los medios que legítimamente le atacan y premiar a los que le adulen. Otro golpe a la democracia.

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