Sánchez, como su mujer Begoña Gómez, no quiere declarar y puede hacerlo: estas son sus opciones

Si parecía que el verano iba a ser tranquilo, nada más lejos de la realidad. Al histórico acontecimiento en nuestra -ya adulta- democracia de ver a la esposa de un presidente del Gobierno compareciendo ante un juez como investigada -anteriormente, imputada- se une otro que, desde luego, marcará un antes y un después -veremos si, además, un final- en la trayectoria del actual líder del Ejecutivo: su comparecencia, en calidad de testigo, ante el juez del caso Begoña Gómez el próximo 30 de julio.

Desde el Partido Popular, frente al palmario deseo de Pedro Sánchez de no declarar ni dar explicaciones, ni en sede judicial ni en sede parlamentaria -como le llevan encarecidamente exigiendo desde la oposición-, insisten en que no puede "huir de toda explicación en lugar de rendir cuentas", pretendiendo además que los ciudadanos le "rindan pleitesía", afirmó este lunes Núñez Feijóo. "Pues no. Una ciudadana o un ciudadano imputado tiene derecho a no dar explicaciones. Pero un Gobierno no", ha proclamado el jefe de la oposición y líder de los populares.

Ciertamente, Pedro Sánchez cuenta con dos posibilidades, que ya barajan desde La Moncloa, para eludir su declaración ante el juez y seguir profundizando en su estrategia de la opacidad -al tiempo que claman la transparencia del Gobierno- y de la ofensiva contra los medios que publican información sobre el caso Begoña Gómez -al tiempo que ensalzan la necesidad de una regeneración democrática-. Incoherencias.

Opción 1: recurrir la decisión del juez Peinado

En efecto, pese a que una de las funciones básicas de cualquier Ejecutivo en una democracia es la rendición de cuentas ante la ciudadanía, máxime ante unos casos de corrupción -el caso Koldo y el caso Begoña- que impactan directamente en La Moncloa, el PSOE ya ha anunciado que recurrirá la decisión del juez Juan Carlos Peinado de llamar a declarar al presidente del Gobierno afirmando que estas nuevas diligencias son "injustificadas" y revelan la naturaleza "política" del caso.

En un comunicado, señala que todas las diligencias practicadas hasta el momento demuestran que "no hay causa alguna" y así lo indican los informes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, las testificales practicadas y los recursos presentados por la Fiscalía.

"Estas nuevas diligencias son absolutamente injustificadas y revelan la naturaleza política de este caso. Por eso serán recurridas, como lo han sido el resto de actuaciones", indican avanzando un recurso que a priori debe ser formalizado por la defensa de la mujer del presidente, Begoña Gómez, ya que el PSOE no está personado en la causa.

De no funcionar este recurso, el presidente del Gobierno podría negarse a declarar. Y, al igual que ya hizo su esposa, está en su derecho. 

Opción 2: Sánchez se niega a declarar

Teniendo en cuenta el artículo 416 de la LECrim., a "los parientes del procesado en líneas directa ascendente y descendente, su cónyuge o persona unida por relación de hecho análoga a la matrimonial, sus hermanos consanguíneos o uterinos y los colaterales consanguíneos hasta el segundo grado civil", se lee, "el Juez instructor advertirá al testigo que no tiene obligación de declarar en contra del procesado; pero que puede hacer las manifestaciones que considere oportunas, y el Letrado de la Administración de Justicia consignará la contestación que diere a esta advertencia".

En otras palabras, que el que Pedro Sánchez no declare o llegue a declarar desde La Moncloa "no se trata en sí de un privilegio sino de una excepción contemplada legalmente", advierte a ESdiario una fuente judicial consultada.

Concretamente, el que al presidente del Gobierno le tomen declaración en La Moncloa es una excepción recogida en el artículo 412.3 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. En el caso de la declaración como testigo de Mariano Rajoy, en el 2017 ante la Audiencia Nacional cuando era todavía líder del Ejecutivo, "éste podría haber solicitado declarar también desde La Moncloa, aunque en ocasiones estos extremos no son utilizados por las defensas por cuestiones de imagen", asevera a este periódico el abogado Pablo de Palacio.

En conclusión, a tenor de lo dispuesto en la LECrim., Pedro Sánchez está en su derecho tanto de no declarar -la opción que, en estos momentos, contemplan en La Moncloa siguiendo la estrategia procesal de su mujer-, como a hacerlo desde la sede del poder Ejecutivo y residencia oficial del Presidente y su familia. 

En todo caso, la estrategia de la opacidad, el silencio y la ocultación incrementará las sospechas en la opinión pública y dotará de armazón discursivo a la oposición, desde luego. Todo acto tiene, siempre, sus consecuencias.