Polémica en el tren
Óscar Puente contra los animales: Renfe la lía con los perros de asistencia
Viajeros de trenes acompañados por perros de asistencia critican los malos modales de revisores contra estos canes que acompañan a personas discapacitadas amenzando incluso con echarles del convoy
A algunos revisores de Renfe no les molestan los chillidos en el tren o que personas coman y beban hasta botellón manchando el vagón, pero sí que un perro de asistencia que acompaña a una persona discapacitada ocupe un espacio. Viajeros de trenes acompañados por perros de asistencia critican los malos modales de una revisora contra este can que acompañaba a su instructor, al tratarse de un perro de asistencia ya que realiza terapia de distinta índole en distantes lugares de la Comunidad Valenciana, y que se se dedica a visitar a personas postradas y/o enfermas, amenazando incluso con echarles del convoy que gestiona el ministerio de Transportes que dirige Óscar Puente.
Un caso en Valencia relataba que el revisor “me ha llamado la atención por eso, por ser un simple perro de asistencia” indicando que mientras el perro “molestaba” a los revisores “me ha hecho gracia ver atónito a la revisora guardar silencio ante cuatro jóvenes que servían un líquido transparente sobre unos cubitos de hielo, debido al calor que hace, suponemos que sería agua mineral”, dice con ironía.
“O que dos chicas procedentes de la playa adornaban de veraniegos colores las uñas de sus pies sobre la tela de los sillones del antiguo tren de la década de los setenta que recorre la ruta Valencia - Alicante / Alicante - Valencia. Un señor acalorado y bien entrado en el jolgorio estival de la cervecita, secaba su camisa empapada de sudor, debajo del conducto del aire acondicionado mientras lucía pectorales con pelo en pecho”, continúa el viajero con perro de asistencia.
“No ha pasado nada, absolutamente nada, y sólo han llamado la atención al perro de asistencia. Un perro que tanto ha molestado tumbándose durante unos pocos minutos en mitad del pasillo debido a su gran tamaño y a sus 42 kilos y que no cabe debido a la antigüedad del convoy”, indica al ministerio de Óscar Puente el viajero.
La persona con el perro de asistencia explica que “ese perro pierde su tiempo en acompañar a personas haciendo actividades al aire libre, en centros especializados, en hospitales, ese perro que la noche del fatídico incendio de Campanar estuvo acompañando a los familiares para hacerles compañía, ese perro que no se lleva un duro de las actividades que hace por el simple hecho de ayudar”.