Declaración ante el Juez en La Moncloa
Moncloa pierde el control del 'caso Begoña Gómez': Sánchez prepara un golpe de efecto ante Peinado
Un cambio de estrategia, revestida de prepotencia, caracterizará la declaración de Pedro Sánchez, como testigo, ante el juez Juan Carlos Peinado en La Moncloa por el caso que protagoniza su mujer, Begoña Gómez, como investigada por los supuestos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios.
Pedro Sánchez, tal y como pretendía, pasará a la Historia. Concretamente, este martes nuestra adulta democracia plasmará la primera vez en que un juez pisa el palacio de La Moncloa para tomar declaración, como testigo, a un presidente del Gobierno ante una investigación por tráfico de influencias y corrupción en los negocios que tiene por epicentro a su esposa, la investigada Begoña Gómez.
No solo la imagen exterior de España, como país, quedará debilitada ante un transcendente asunto mediático que es portada allende nuestras fronteras, el caso Begoña Gómez también ha desgastado -notablemente-, contra el inicial pronóstico, a Pedro Sánchez.
Convencidos que con el victimismo, del que el merchandising con la inscripción Free Bego en la campaña del 9J europeo o las dos cartas de Pedro Sánchez "a la ciudadanía" dan buena fe de ello, se conseguiría eclipsar una investigación conducida por el juez instructor Juan Carlos Peinado -y avalada por la Audiencia de Madrid-, nada le ha salido a Sánchez y al PSOE como pretendían.
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Desacreditar al juez Peinado, un camino imposible
Desacreditar al juez instructor no era, para nada, un camino fácil. Pero el achacarle un complot teledirigido por la derecha y la ultraderecha, insinuando abiertamente que prevarica, se percibió entre los gurús monclovitas de Pedro Sánchez como la más rápida solución. No resultó.
A contrario sensu, con mayor o menor admiración hacia el proceder del juez Peinado, tanto propios como ajenos, reclaman abiertamente al presidente del Gobierno explicaciones. Precisamente ven la rendición de cuentas como una obligación de un jefe del Ejecutivo que, aunque en calidad de marido, está salpicado por un caso de corrupción en periodo de investigación.
Es más, quede o no en nada el procedimiento judicial, existe una principal pregunta que enroca directamente con la dimensión ética -independientemente de la judicial-: ¿habría conseguido Begoña Gómez todo lo que consiguió si no fuera la pareja del presidente del Gobierno?
En este sentido, es muy razonable pensar que el que Begoña Gómez -haciendo o no explícitamente gala de ser la mujer del presidente del Gobierno- haya mantenido reuniones en el palacio de La Moncloa, sede del poder Ejecutivo, ha facilitado la consecución de su cátedra y los negocios que de ella derivan.
Pedro Sánchez prepara 'personalísimamente' la declaración
Tal y como venimos avanzando en ESdiario de la mano de la periodista Esther Jaén, Pedro Sánchez busca dar este martes un golpe de efecto ante el juez Peinado revestido de un aquí mando yo.
Cabe destacar que el presidente del Gobierno, al declarar como testigo pero en calidad de marido de Begoña Gómez, la investigada, tiene el total derecho de proseguir con la estrategia del silencio iniciada por su esposa. Evidentemente, la Ley no obliga a nadie -tampoco a Pedro Sánchez- a declarar en contra de su cónyuge o cualquier otro familiar directo.
Sin embargo, el continuar sin dar explicaciones, entienden desde La Moncloa, podría tener dos consecuencias directas: una, que la opinión pública incrementara unas sospechas que desgastarían -todavía más- al presidente del Gobierno, máxime en una estrategia que no funcionó hasta ahora; y, dos, temen que el juez Peinado acabe por imputar a Pedro Sánchez para obligarle a declarar (un asunto que se derivaría al Tribunal Supremo al estar aforado). Además, permitiría aplacar grosso modo las críticas de la oposición de que no colabora con la justicia.
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El cambio de estrategia: dar (algunas) explicaciones
Así pues, todo indica que Pedro Sánchez optará por declarar ante el juez instructor con la obligación, al ser citado como testigo, de decir la verdad. Según fuentes socialistas, el presidente del Gobierno tiene decidido afrontar la declaración ante el juez y supervisar personalmente todos los detalles, desvelaba este viernes la periodista Esther Jaén en este periódico.
En conclusión, tal y como ha sabido ESdiario, en el equipo de Sánchez están convencidos de que el presidente está dispuesto a hacer que el juez no pase un buen rato en el Palacio de la Moncloa y que, en la medida de lo posible, Sánchez tratará de reventar lo que, según los socialistas, es un espectáculo en el que el juez pretendería convertirse en rutilante estrella.