Puigdemont está ya en España y llevaría días: la teoría que desconcierta a Policía y CNI

Carles Puigdemont anunciaba el miércoles 7 de agosto que volvería a hacer una aparición pública el jueves 8 de agosto para la investidura del socialista Salvador Illa, que ponía “rumbo a España desde el exilio”, y convocaba a sus seguidores a las 9:00 horas en el paseo Companys de Barcelona para recibirlo. Pero esto no significa que el prófugo catalán haya emprendido el viaje de vuelta en ese momento, sino que podría estar días en España, obviamente escondido, y sin que los cuerpos policiales o los servicios de inteligencia se hubieran percatado, o lo hubieran hecho y tras descubrirlo, callen ante la colada del prófugo.

Esta teoría cobra cada vez más fuerzas en círculos de los Mossos d’Esquadra, la Policía Nacional o el CNI ante el operativo por la investidura de Salvado Illa y la reaparición de Puigdemont. El prófugo catalán se ha dirigido públicamente en un vídeo, pero no dice en ningún momento donde está, si ha partido desde Waterloo o desde otro lugar. En su vídeo tampoco se puede apreciar ninguna localización, sólo una pared blanca, una forma de no dar ninguna pista del paradero.

Esta teoría coge más fuerza si tenemos en cuenta que Carles Puigdemont será un cobarde, pero no tonto. No va a anunciar su vuelta para a continuación volver tras el aviso y que lo intercepten en la frontera o antes de llegar al Parlament con toda la Policía y el CNI en alerta. Y más cuando él ya sabe cuándo iba a ser la investidura de Salvador Illa por un simple cálculo de tiempos y porque el que convoca el pleno, el presidente del Parlament, Josep Rull, es de Junts y lo puede hacer en la fecha que interese al prófugo.

Así que, sabiendo que el jueves 8 de agosto es la investidura, Carles Puigdemont habría preparado las maletas antes y estaría en suelo español para evitar que lo buscaran. Esta teoría intranquiliza a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad y los servicios de inteligencia, ya que habría sido otro fallo con alguien que en su día ya se escapó de la Justicia en un maletero, y podría suponer alguna que otra destitución. Todo como en una peli de espías, sí, pero en el mundo independentista catalán cada capítulo supera en surrealismo al anterior.