Cerrar

Cataluña

El ‘amo dominatrix’ que se hace viral al cruzarse con Puigdemont en su fuga

El joven descamisado que se cruzó con el expresidente durante su fuga en una calle de Barcelona no es un yonqui sino que está en local de "sexualidad disidente" de sadomasoquismo y bondage

La fotografía viral de Puigdemont cuando se cruza con el 'profesor de sado'Redes 

Publicado por
Ana Quintanilla

Creado:

Actualizado:

Si hay una imagen que ha dado la vuelta a España estos días relacionada con la fuga de Carles Puigdemont es aquella en la que se ve un joven sin camiseta justo cuando pasa el expresidente catalán. Y todo por lo surrealista de la misma. Esto ha llevado a medios como Crónica Global a investigar la identidad de este hombre, que "ni es ladrón ni es un yonki", aseguran, tras posibles especulaciones. Ese joven tatuado con el que se cruza Puigdemont en su regreso a Barcelona tras siete años, y que ha dejado una fotografía viral, es un practicante de sadomasoquismo alternativo, orientado a "otras feminidades" y al colectivo LGTBIQ+. 

Sin embargo, en redes sociales, sobre todo en X, vincularon a este joven con la criminalidad o las drogas. Pero nada más lejos de la realidad: es parte de una comunidad de sexualidad "disidente" y así lo han detallado los propios miembros del colectivo, que se llama Espacio Interdisciplinar Nos, al citado medio. En este 'espacio' se practica el shibari, que es el arte de explorar la intimidad, incluido el sexo, con el uso de cuerdas, como si de bondage o sadomasoquismo se tratara, pero con consciencia.

Tras el paso viral de Puigdemont frente a Nos, los residentes de esa comunidad no han querido "hacer comentarios", aunque sí que han admitido que "han visto el follón" ocurrido pocos minutos antes de las nueve de la mañana. Pero también se han pronunciando otros vecinos que viven en esa calle por la que pasó el expresidente. Carme, una de ellas y que ha hablado con el citado media, asegura que no ha visto al Puigdemont, pero sí que conocen el local de la fotografía viral: "Son absolutamente inofensivos. Hacen meditación alternativa con velas, siempre tienen la cortina corrida, pero no hay drogas ni criminalidad. Y tienen un gato precioso que se asoma a la calle", ha contado.