El atronador silencio de Irene Montero ante la violencia de género de un buen amigo suyo

Argentina vive un gran escándalo y no ha sido ocasionado por una nueva declaración de su presidente, Javier Milei, sino por la vida privada del que fuera su antecesor, el kirchnerista Alberto Fernández, acusado por su mujer de violencia de género con imágenes incluso de golpes y moratones que han sobresaltado al país sudamericano. Entre la cascada de reacciones que ha provocado este episodio, hay un silencio que dice mucho y que resulta muy significativo: el de la ex ministra de Igualdad y actual eurodiputada de Podemos, Irene Montero, ya no sólo porque calle ante esta presunta agresión, sino además porque la podemita exhibía complicidad con Alberto Fernández.

Fabiola Yáñez, ex mujer de Alberto Fernández, ha denunciado al ex presidente de Argentina públicamente con fotos de los presuntos golpes que recibió y hasta whatsapps que delatan una turbulenta relación y una vida privada sórdida con amenazas continuas. Tal ha sido el revuelo que los propios compañeros del ex mandatario argentino, como Cristina Fernández de Kirchner, han salido a condenar las agresiones. Sin embargo, desde España -país en el que vino a vivir el argentino tras dejar la presidencia- callan personas como Irene Montero, tan rápida en denunciar machismos ¿Por qué?

La razón de que Irene Montero, que ve violencia machista por todos lados, calle ante un episodio tan grave y evidente con hasta fotos de presuntos golpes que recibió Fabiola Yáñez, la tendríamos en que Alberto Fernández era amigo de los podemitas. Y ya saben, la violencia de género si la ejerce uno de los suyos parece que es menor violencia y hay que mirar para otro lado.

Alberto Fernández e Irene Montero exhibían una buena sintonía, tanto en las reuniones políticas que tuvieron cuando el primero era presidente y la segunda ministra e iba a visitarle oficialmente a Argentina, como en las propias redes sociales, donde el ex presidente de Argentina denunciaba que “la violencia política y machista contra las mujeres es intolerable, y debemos repudiarla con fuerza cada vez que sucede. Toda nuestra solidaridad con la ministra Irene Montero, víctima hoy de crueles ataques” supuestamente de PP y Vox. La realidad sin embargo se impone y los dos, que tantas acusaciones hacían a los demás de violencia machista, han acabado uno siendo un presunto maltratador y la otra callando ante su violencia.