Los chanchullos laborales del hermano de Pedro Sánchez le acercan más al banquillo

Cada día que pasa se van sabiendo más tejemanejes del hermano de Pedro Sánchez, David Sánchez Pérez-Castejón, con la Diputación de Badajoz gestionada por los socialistas que lo deja más cerca del banquillo de los acusados por presuntos delitos de malversación, tráfico de influencias, prevaricación y fraude a Hacienda y a la Seguridad Social de influencias que investiga el Juzgado de Instrucción número 3 de Badajoz.

En concreto, el hermano de Pedro Sánchez cambió en 2023 su condición laboral a autónomo para beneficiarse de cobrar de más sitios además del supuesto trabajo que desempeña para la Diputación de Badajoz y para tener mayor libertad de movimiento o, dicho de otro modo, para tener fijada su residencia fiscal en Portugal y así pagar menos impuestos, tal y como adelante The Objective.

Este cambio a autónomo propiciado por la Diputación de Badajoz va acompañado de otros dos chanchullos de la institución provincial que preside el socialista Miguel Ángel Gallardo. Primero, eliminó el régimen de incompatibilidades que vinculaba exclusivamente al hermano de Pedro Sánchez con la Diputación pero mantuvo su salario anual de 53.890 euros, lo que significa que David Sánchez Pérez-Castejón podría seguir cobrando esta cantidad más todas aquellas que ingresara de trabajos particulares.

Segundo, la Diputación de Badajoz cambió de puesto al hermano de Pedro Sánchez y así David Sánchez Pérez-Castejón pasó de ser coordinador de actividades en conservatorios de música a jefe de la Oficina de Artes Escénicas de la institución provincial, un movimiento que no se consultó a la comisión encargada, no se presentó al Pleno y no se informó a los sindicatos.

Entre todos estos cambios laborales del hermano de Pedro Sánchez para poder llevarse más dinero, uno de los asuntos que más ha llamado la atención a la investigación es que David Sánchez Pérez-Castejón no dispone de una oficina física para realizar su trabajo como jefe de la Oficina de Artes Escénicas de la Diputación de Badajoz, sospechándose que no acudía a trabajar. En un momento de surrealismo propio de una película de Berlanga, pillaron a la Diputación con una mudanza exprés para montar una oficina improvisada y así justificar ante la investigación el supuesto trabajo del hermano del presidente del Gobierno.