Asesinato en Mocejón
Otro problema para Sánchez: el asesinato de Mateo deja ver la precariedad de la Guardia Civil rural
El mes de agosto nos deja la triste noticia del brutal asesinato de Mateo, un niño de tan solo once años en el pequeño pueblo toledano de Mocejón. Lo dramático de la noticia no puede ocultar una realidad que sigue sin solucionarse por más que se haya dicho una y otra vez: la Guardia Civil no funciona con eficacia y rapidez debida en la España rural. Hacen falta medios, cuarteles, cercanía y personal.
Una agente de la Guardia Civil actuando en un pueblo español
En Mocejón (Toledo) no podían más de la angustia tras el asesinato del niño Mateo. Los primeros agentes de la Guardia Civil tardaron más de cuarenta minutos en llegar al lugar de los hechos. El tradicionalmente cuerpo fundamental para la seguridad de la España rural volvía a mostrar los agujeros por donde supura la ineficacia política de los últimos años en relación con "la Benemérita" que siempre hizo gala y santo y seña de su cercanía con las necesidades de los pueblos españoles
Las quejas vienen de lejos
Desde su creación en 1844 la Guardia Civil ha tenido una dimensión rural inequívoca. De hecho esa es una de sus señas de identidad: proteger de la delincuencia a los habitantes de los pequeños pueblos, asistirlos en sus necesidades de seguridad, agilizar todo lo relacionado con las rencillas o los crímenes en zonas rurales. La imagen del cuartel de la Guardia Civil es tan típica en el rural español como el de la iglesia o el bar de la plaza, pero las cosas han cambiado bastante ultimamente y bajo la excusa de la modernización del servicio lo que se ha conseguido es una desconexión y alejamiento de los agentes de sus lugares de trabajo, con una convivencia con los vecinos cada vez más escasa
Problema acuciante en la España vaciada
Casos como el de Mocejón no son los únicos. Mientras con el Gobierno de Pedro Sánchez la Guardia Civil es apartada de sus funciones en lugares como Navarra o Cataluña, el cuerpo sufre cada vez de más carencias en el territorio de la llamada España Vaciada, especialmente las dos Castillas, Aragón, o la Rioja.
Ante las urgencias en periodo veraniego (con un aumento considerable de la población), por ejemplo, solamente salen "parches" para cubrir temporalmente las necesidades de personal desde el ministerio de Fernando Grande-Marlaska.
El crimen de Mocejón, extraordinariamente resuelto en su fase de investigación por la Guardia Civil con la consiguiente captura del presunto asesino, ha puesto sobre la mesa de nuevo lo que asociaciones como Jucil llevan denunciando con insistencia desde hace tiempo: falta de efectivos, mala planificación logística, alejamiento de las zonas más despobladas