Incierto inicio de curso en el PSOE: “Los puentes entre Sánchez y Page están dinamitados”

Nadie piensa a estas alturas que las relaciones entre Emiliano García-Page  y Pedro Sánchez puedan tener algún arreglo, más allá de las conveniencias políticas o de los pactos tácticos de no agresión. El final de curso en Castilla-La Mancha que se preveía tranquilo saltó por los aires con la comparecencia de Emiliano Garcia-Page mostrando su oposición total y frontal al pacto con ERC para la soberanía fiscal de Cataluña. Page entonó un sonoro “hasta aquí hemos llegado”, además concretó su recurso de inconstitucionalidad a la ley de amnistia y el telón cayó por vacaciones. Sánchez contestó: “lo raro es que hubiese convocado una rueda de prensa para decir algo a favor del gobierno”. Nadie es capaz de calibrar hasta donde puede llegar el desencuentro, pero los observadores más perspicaces de la realidad castellanomanchega coinciden en que "los puentes están rotos". Fuentes del PP consultadas por ESdiario mantienen que seguirán insistiendo en la teoría de que los diputados del PSOE dependientes de circunscripciones de Castilla-La Mancha voten en contra de las resoluciones extremas del sanchsimo, algo  que de momento en las cercanías de Page consideran inviable  teniendo en cuenta que las listas del Congreso responden a disciplina nacional y hay diputados destacados del PSOE castellanomanchego, como la delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha,  Milagros Tolón,  que le deben su escaño a una intervención directa de Ferraz.

En busca del "PSOE  clásico"

Lo que se da por hecho es que García-Page seguirá explotando la idea de que “en su territorio las cosas se hacen de otra manera” y el PSOE allí es algo muy diferente a la derivación sanchista, una suerte de tarro de las viejas esencias, "el PSOE  clásico,el de siempre”, -dicen-, teniendo en cuenta que ese “siempre” se refiere a los ya lejanos años de Felipe Gónzaléz, que, por otra parte, no tiene ningún empacho en mostrar sus simpatías por García-Page y pasarse de vez en cuando por Toledo en plan informal a almorzar con el presidente castellanomanchego. Ese es el hilo y el clima del llamado “emilianismo”que en el PP califican como una careta a gusto del votante predominante en la tierra en tanto en cuanto no se sustancie en hechos concretos de ruptura total con las instancias monclovitas.

Acuerdo sustancial con el PP

Mientras tanto, en el capitulo de hechos, García-Page se apunta el acuerdo reciente con el PP de Paco Nuñez para la reforma del estatuto de autonomía, algo que ha sido presentado como histórico desde el Palacio de Fuensalida, una muestra rotunda del “aquí todo se hace de otra manera”, y que también convence a los populares porque les sirve para dar la imagen de que en Castilla-La Mancha han dejado al margen a Vox (con cuatro diputados en las Cortes Regionales) y que circulan por el "carril central", justo cuando las relaciones del PP y Vox están en su peor momento a nivel nacional, y  muy importante en una región "moderada" donde las elecciones generales las gana el PP pero las autonómicas las suele ganar un PSOE marca de las casa desde los tiempos de José Bono