Sacar a los niños de los colegios para llenar salas de cine: así busca solucionar el ministro los malos números

Es una realidad que la industria del cine vive uno de sus momentos más complicados. Ya antes de la pandemia del coronavirus la asistencia a las salas de cine iba en descenso y aunque tras la misma ha mostrado síntomas de recuperación aún sigue lejos de lo que era. Durante 2023 se alcanzaron 77.8 millones de espectadores, lo que supuso un incremento del 26% respecto a 2022. En 2024 esta tendencia se mantiene aunque aún se encuentra un 24% por debajo de los niveles prepandemia.

La llegada y explosión de las plataformas de streaming (Netflix, Prime Video, Disney, etc) ha cambiado la forma de consumir entretenimiento audivisual y el cine no se libra. De hecho se puede decir que es de los principales perjudicados. Es por ello que el ministerio de Cultura que actualmente dirige Ernest Urtasun está buscando como revertir la situación a través de diferentes planes.

Uno de ellos lo ha anunciado el propio Urtasun en una entrevista con la agencia EFE y consiste en un plan para que los colegios llenen las salas de cine por las mañanas. Según el ministro, el objetivo de la iniciativa es doble: por un lado crear una cultura cinéfila en los más pequeños y por otro ayudar a las exhibidoras. Una medida que seguramente no gustará a todos.

Y es que está claro que las nuevas generaciones no van sobrados de cultura cinéfila y que la industria necesita recuperarse es un hecho, pero es posible que muchos padres piensen que sacar a sus hijos de clase no es la mejor opción. Todavía faltan por concretar todos los detalles como de qué edades estaríamos hablando y con cuanta asiduidad irían al cine los más jóvenes.

Idea traída desde Francia

Como decimos se trata del primer anuncio y faltan muchos detalles sobre este proyecto que el encargado de Cultura quiere implantar en nuestro país durante el próximo curso y que, tal y como ha apuntado en esta entrevista con EFE, ha sido "todo un éxito" en Francia. Un programa veterano en el país vecino ya que se instauró en 1994 para niños de 6 a 9 años y que el pasado 2022 se amplió a los de 5-6 años.

En el caso francés, consiste en que los alumnos asistan como mínimo a tres proyecciones determinadas por curso -una por trimestre- con un precio de tres euros la sesión. Veremos como es recibida la medida de un Urtasun que afirma que una de sus obsesiones es "acercar la cultura a toda la población y a todos los barrios y pueblos".