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La última excusa del Gobierno para desmitificar el Falcon: los asientos no son del todo reclinables

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, intenta convencer a los críticos con Pedro Sánchez que el avión presidencial no es tan cómodo como se piensa y lo vende cómo si viajar en él fuera una tortura.

Pedro Sánchez bajando del Falcon.EUROPA PRESS

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Raúl Puente

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Carlos Cuerpo ha sido uno de los invitados de Risto Mejide en Todo es mentira en este lunes en el que arranca de nuevo la actividad política tras las vacaciones de verano. El seguramente desconocido por muchos ministro de Economía -sustituyó a Nadia Calviño en diciembre de 2023- ha repasado el panorama político basándose en el guion que todos los ministros y miembros del PSOE se saben de memoria.

Por supuesto no podía faltar la ristra de elogios a Pedro Sánchez y su labor al frente del Gobierno. También su faceta más personal. Durante la conversación con el presentador, el encargado de Economía afirmaba que viajar con el líder socialista era todo un lujo. Un elogio que servía a Risto para preguntar sobre el Falcon y la comodidad que supone viajar en el avión presidencial en vez de utilizar otros medios de transporte.

En ese momento Cuerpo veía la oportunidad perfecta para intentar desmitificar la mala fama de la aeronave e intentaba tirar de humor, aunque seguramente a muchos no les haya hecho gracia.

Son aviones que ya tienen sus años y no cuentan con todo lujo de comodidades. Por ejemplo no se puede echar el respaldo por completo hacia atrásCarlos Cuerpo, ministro de Economía, sobre el Falcon

Además del incómodo asunto de que los asientos no son del todo reclinables, el ministro ha querido añadir a modo de "chascarrillo" que en algunas ocasiones cuando han viajado en estos aviones oficiales empresarios o periodistas "van muy contentos a la ida", pero luego preguntan si "la vuelta también tiene que ser en el 'Falcon'".

El ministro de Economía, Comercio y Empresas, Carlos Cuerpo, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.EDUARDO PARRA / Europa Press

Después de las bromas ha finalizado para lanzar el mensaje político, asegurando que el debate en torno al uso de estos aviones es una discusión "muy difícil" sin caer en un argumento que no sea "populista o extremista". De esta manera da a entender que si se critica que Sánchez prefiera ir en avión a destinos en los que podría ir en tampoco mucho tiempo en otros medios de transportes menos costosos eres populista o extremista. Un pensamiento similar al "si no opinas como el Gobierno, eres de la fachosfera".