Cerrar

Apertura del Año Judicial

Dardo de la presidenta del CGPJ a Sánchez mientras García Ortiz ejerce de ‘ministro 23’

Isabel Perelló se estrena exigiendo respeto al trabajo de los jueces y que "ningún poder del Estado puede dar instrucciones" mientras el fiscal general del Estado justifica sus injerencias

Apertura del año judicialCasa de S.M. El Rey

Creado:

Actualizado:

Apertura del año judicial en presencia del rey Felipe VI con estreno de la nueva presidenta del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo (TS), Isabel Perelló, y el renovado CGPJ. Un acto en el que se han escuchado dos mensajes opuestos: el de Perelló y el del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, que fiel a su estilo ha ejercido de ‘ministro 23’ de Pedro Sánchez.

Isabel Perelló ha exigido respeto al trabajo de los jueces, subrayando que “en esta nueva etapa quiero hacer un llamamiento a las diferentes fuerzas políticas y a los poderes del Estado para que respeten el trabajo que los jueces y magistrados realizan", ha dicho en su primer discurso desde su llegada al cargo.

La presidenta del CGPJ ha querido dejar claro que "ningún poder del Estado puede dar indicaciones ni instrucciones a los jueces y magistrados sobre cómo han de interpretar y aplicar el ordenamiento jurídico". "Sólo aquellos estados en los que la división de poderes está garantizada son realmente estados de derecho, de ahí la importancia de salvaguardar la independencia judicial frente a posibles injerencias externas", ha indicado Isabel Perelló.

Álvaro García Ortiz, la voz de Sánchez

El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, ha reivindicado en la memoria entregada al rey Felipe VI que la Fiscalía debe "informar sobre todos aquellos asuntos de relevancia social siempre con pleno respeto a los derechos que pudieran verse afectados, tanto de implicados como de terceros", en lo que parece una justificación de su famosa filtración de los datos privados del novio de Isabel Díaz Ayuso.

Álvaro García Ortiz asegura que, "en ocasiones, y respecto de un mismo hecho considerado noticiable, se informa desde perspectivas no sólo distintas sino total e interesadamente contradictorias, sin que el contraste de la veracidad de los datos parezca ser un extremo relevante ni para el que la transmite, ni para los que la reciben", lo que parece un mensaje en la línea del sanchismo de sus famosos “bulos y fango”

Según Álvaro García Ortiz, "se ha naturalizado en los medios y en la sociedad en general la convivencia con la desinformación, y por ende con un elemento que, sin duda, puede socavar nuestra estructura de valores democráticos".