Un PSOE de Óscar: López le quiere quitar el puesto de doberman a Puente
El nuevo ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública se ha estrenado en el cargo asumiendo el papel que tenía el vallisoletano: se ha convertido en el ariete sin gracia contra la oposición
No hay alfombra roja, y mira que les quedaría bien. Pero el PSOE está de Óscar. Con tilde. Y sin Hollywood, pese a las películas que se montan. De Puente, el vallisoletano golfista, a López, el madrileño amante de las tertulias políticas en medios de comunicación.
A Óscar López, uno de los hombres de confianza de Pedro Sánchez desde que formaban ambos parte del núcleo duro del simpar Pepiño Blanco, el gasolinero, ex ministro y ex secretario de Organización socialista en la época de Zapatero, le han bastado dos días paseando la cartera que antes ostentaba José Luis Escrivá para convertirse en el nuevo dóberman socialista, el muerdetobillos popular.
España
El nuevo ministro Óscar López ‘se hace un Puente’ y se estrena con amenaza: “habrá para todos”
Enrique Martínez Olmos
El que avisa no es traidor. El nuevo ministro, con el cuero de la cartera aún crujiente y desprendiendo olor a tinta recién impresa, avisó según recogía el portafolio de manos de Escrivá: "Llevo seis años casi sin hablar en público. Los periodistas saben e intuyen las ganas que tengo y las ganas que traigo, porque llevo seis años callado. Por lo tanto habrá para todos, también para la oposición".
No habla, ladra
Y Óscar López se ha puesto manos a la obra. Tal vez padeciendo el Síndrome de Estocolmo de no acudir a sus tertulias políticas de cabecera, en las cuales disfrutaba tanto, ha decidido convertir su ministerio en la portavocía del Sálvame Socialista, nunca mejor dicho vistas las encuestas. Porque López no habla, ladra. Y tan fuerte que Óscar Puente a su lado parece igual de comedido que Papá Pitufo.
A su llegada al Comité Federal del PSOE, López ha querido mostrar galones a la entrada. El gallo más gallito del gallinero. El madrileño ha señalado que "todo está en orden, Sánchez en la Moncloa, Illa en el gobierno de Cataluña y Feijóo haciendo el ridículo", dejando bien claro, gracias a su afán de protagonismo, que lo único que le importa a los socialistas es ocupar sillones, no que el país funcione. Lo que viene siendo un bocón en toda regla. Cosas de ladrar y no hablar tras pensar.
Además, claro, como socialista madrileño de izquierdas, ha tenido que dejar su dentellada contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que según él hace "regalos fiscales a los más ricos y a la sanidad privada". Recuerden que si usted cobra más de 30.000 euros brutos al año es rico. No olvide ir a reclamar su regalo, que tiene toda la pinta que será una (más bien, otra) subida de impuestos por parte del Gobierno central.