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Las claves del engaño masivo de Pedro Sánchez y ERC con el concierto económico con Cataluña: “una manipulación de la realidad”

A los separatistas de Esquerra y al Gobierno les interesa, por diversos motivos, mantener la ficción de un concierto económico en Cataluña que no verá la luz porque es imposible desde el punto de vista de la estabilidad de España y porque el PSOE no cuenta con apoyos suficientes para modificar la ley.

Pedro Sánchez, junto al republicano Pere AragonésEuropa Press

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El PSC y ERC llegaron a un acuerdo de investidura de Salvador Illa que incluye, lo llamen como lo llamen, un concierto económico del Estado con Cataluña al estilo del vasco. El Gobierno, que lo niega o se resiste a aceptarlo en público, da otra versión en privado: el concierto está pactado pero descartan que vaya a ver la luz nunca porque es imposible romper la caja única del Estado por las consecuencias nefastas que tendría para el conjunto del país y porque no tienen mayoría parlamentaria para modificar la LOFCA. Aunque Sánchez diga que van a gobernar "con o sin el concurso del Parlamento", no es posible esa cesión a Cataluña sin aprobarla por mayoría absoluta en el Congreso. Y eso eludiendo un detalle, la inconstitucionalidad flagrante del concierto. Pero para solventar ese obstáculo estaría siempre ahí Conde-Pumpido y sus seis peones del Tribunal Constitucional.

En todo caso no se va a llegar ahí, dicen con poco disimulo en La Moncloa. Por eso cabe concluir que estamos ante un engaño masivo, otro más, para obtener la Generalitat y ganar tiempo, que es lo que quiere Pedro Sánchez para organizarse antes de unas elecciones generales que empezarán a vislumbrarse en el horizonte de un año probablemente después del Congreso Federal del PSOE convocado para el próximo mes de noviembre. Ese, a expensas siempre de un impresivible Pedro Sánchez, es el calendario que más se baraja internamente en el Gobierno y en el PSOE. 

A ERC, por cierto, también le interesa ganar tiempo en plena reorganización interna tras su debacle electoral y de paso impedir que Puigdemont, su verdadero rival, pueda hacerse con el poder en Cataluña. En todo caso, fuentes socialistas insisten en dos ideas que luego no se atreven a verbalizar en público: "No hay un concierto económico firmado, eso no se puede deducir del documento" y "Cataluña no tendrá el cien por cien de los tributos".

La realidad es que no lo expresan en público por dos motivos. El primero es simple: no se atreven, porque cuando la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, puso en duda la existencia de un acuerdo para un concierto económico, desde ERC le leyeron la cartilla y amenazaron literalmente con un "game over" o fin de la partida. "Cualquier incumplimiento, dilación o intento de rebajar los términos del acuerdo, tendrá consecuencias", le han dicho los separatistas con rotunda claridad. 

El segundo motivo por el que no verbalizan que no han acordado con ERC que Cataluña tendrá un concierto ni recaudará el cien por cien de los impuestos es también muy simple: es mentira. Una cosa es que no llegue a ver la luz y otra es que no lo hayan acordado. Si bien en el pseudo documento de ERC y el PSC no aparece el término "concierto económico", los términos pactados describen un concierto en toda regla y nos llevan inexorablemente ahí. 

El pseudo-acuerdo PSC-ERC no tiene firma ni membrete

Ese acuerdo, que solo es un boceto sin detalles al que le falta la letra pequeña y no tiene membrete ni firma (es decir, una chapuza monumental), señala que se creará una Agencia Tributaria catalana que se encargará de la "recaudación, gestión, liquidación e inspección de todos los tributos generados en Cataluña" y luego, mediante un cupo, retornará una parte al Estado siguiendo, eso sí, el "principio de ordinalidad". Eso significa que una comunidad autónoma, en este caso la catalana, no debe perder puestos en el nivel de renta per cápita como consecuencia de la aplicación de los mecanismos de nivelación entre comunidades.

El PSOE, ERC y el Gobierno coinciden por intereses diversos en mantener este engaño masivo a los votantes que se quieran dejar engañar, porque ,como afirmó Emiliano García-Page este sábado en Ferraz, "se está produciendo una burda manipulación de la realidad" y "no hay tontos que se traguen el cuento". Los que se lo tragan es porque quieren hacerlo, por mero sectarismo.