Pedro Sánchez gasta 6.500 euros en comida para los gatos de la Moncloa

Los gatos que residen en el complejo de la Moncloa viven a cuerpo de rey. No es un chascarrillo, sino una obviedad viendo el cuantioso gasto del Gobierno de Pedro Sánchez en comida para gatos: nada menos que 6.500 euros de tus impuestos en alimentar a los felinos desde el año 2019. Así consta en la respuesta que da el propio Ejecutivo a la información solicitada por Pablo Haro Urquízar.

El Gobierno de Pedro Sánchez justifica este cuantioso desembolso en comida para gatos con el argumento de “debido a la peculiaridad urbanística ajardinada en la que se encuentra el Complejo de la Moncloa y su entorno urbano, existe una colonia de felinos. El importe de los gastos se imputa al subconcepto presupuestario 13.08.9120.221.05 que, entre otros, incluye los gastos de alimentación de animales”.

El gasto en comida para los gatos de la Moncloa se divide en 358 euros el año 2019, 938 euros en 2020, 1.502 euros en 2021, 1.444 euros en 2022, 1.650 euros en 2023 y 586 euros en los que llevamos de 2024. El Gobierno de Pedro Sánchez, por cierto, se negaba a facilitar el dato y no lo dio hasta que no se lo requirió el Consejo de Transparencia a instancias del ciudadano Pablo Haro Urquízar.

El cuantioso dispendio en comida para los gatos de la Moncloa ha provocado las primeras reacciones, entre los que lo comparan con el gasto público en un menú escolar o en una residencia. El precio medio de un menú para infantil y primaria en un colegio público está en 4,35 euros. El gasto en comida para gatos en Moncloa ronda los 4-5 euros. “Come igual tu hijo en el colegio o tu abuela en una residencia pública que los gatos de Pedo Sánchez”, critican al contrastarlo con los ajustados precios de los menús escolares o de las residencias.

“Una beca para ayudar en el comedor escolar no llega a los mil euros en la mayoría de ciudades y regiones, incluso es bastante inferior. Y los gatos de Moncloa pueden comer 1.500 euros en un año. Con eso se daban ayudas de comedor a varios niños. Pero ya saben, no es magia, son tus impuestos”, reprochan.