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Olaf Scholz

Alemania deja a Sánchez en el precipicio en política de inmigración: Moncloa no tiene plan

El canceller socialdemócrata Olaf Scholz da un giro drástico y anuncia controles en todas las fronteras: “no todo el que quiera venir puede hacerlo. Debemos ser capaces de elegir quién viene”

Pedro Sánchez con Olaf Scholz

Pedro Sánchez con Olaf Scholz

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“No todo el que quiera venir puede hacerlo. Debemos ser capaces de elegir quién viene”, no es una frase de un dirigente de Vox, de Marine Le Pen o de Víktor Orban, ni siquiera de Feijóo o de Giorgia Meloni, sino el nuevo giro en política de inmigración que acaba de imprimir el primer ministro socialista más importante de Europa: el canciller de Alemania, Olaf Scholz. Un giro que deja al Gobierno de España en una difícil tesitura tras acusar de “ultraderechista” a cualquiera que plantee limitaciones a la inmigración.

En plena crisis migratoria en España, con oleadas de pateras llegando a Canarias y las islas desbordadas, y el Gobierno repartiendo grupos de inmigrantes por la península en hoteles con la alarma social que genera, y con los índices de delincuencia subiendo en muchas ciudades, el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha sido incapaz de dar una solución al asunto, más allá de pedir a las comunidades que acepten su reparto de menas o de ocurrencias como la gira africana del presidente en la no tuvo mejor idea que pedir la llegada de 250.000 inmigrantes.

Sin embargo, los diferentes gobiernos de Europa han empezado a adoptar medidas contundentes, y no sólo los gobiernos de derechas, también el ejecutivo socialdemócrata de Alemania, que ve que si no pone solución la extrema derecha de Alternativa por Alemania va a arrasar en las próximas elecciones -ya fue la sorpresa en las últimas regionales-. Alemania no quiere parches, sino control de fronteras, porque literalmente “no todo el mundo cabe”, y reforzará los controles para evitar la entrada de irregulares.

La ministra del Interior alemana notificaba asimismo controles adicionales y la protección de la seguridad interior frente a las amenazas actuales del terrorismo islamista y la delincuencia transfronteriza: “estamos haciendo todo lo posible para proteger mejor a la población de nuestro país contra estas amenazas”. Medidas que en España los socialistas y sus socios tildarían de extrema derecha.

¿Y en España? Moncloa no tiene un plan más allá de suplicar a las comunidades del PP que acepten su reparto de inmigrantes. Pero eso no elimina el problema, sólo lo traslada y distribuye. España sigue siendo un coladero de irregulares sobre todo a través de los cayucos que llegan a Canarias y el Gobierno no tiene respuesta para cortar este problema. El gobierno socialdemócrata de Alemania refuerza el control de fronteras, Italia reduce la llegada de irregulares… y el ejecutivo de Pedro Sánchez sigue esperando a que se le resuelva el problema solo, no sea que le tilden de racista o ultraderechista. ¿Lo es también su colega Olaf Scholz?

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