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Transporte

De los Lamborghinis a la bicicleta: Sánchez pide ahora ir en bici mientras no se baja del Falcon

El presidente del Gobierno, tras instar a ir más en transporte público y menos en coche de lujo, sale ahora a pedir ir en dos ruedas y anuncia para ello planes y ayudas… que las ciudades llevan implementando una década

Pedro Sánchez y Óscar Puente

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Pedro Sánchez ha descubierto ahora a la bicicleta y quiere que los españoles vayamos en dos ruedas. Otra cosa es que él predique con el ejemplo. Si hace unos días soltaba su frase de “más transporte público y menos Lamborghinis” como si España tuviera un coche de la famosa marca de lujo en cada esquina, ahora pide ir en bicicleta y que “dejen de verla como un símbolo progre”.

Durante un acto celebrado en el Ministerio de Transportes, Pedro Sánchez ha instado a los alcaldes de España a que “no se dejen llevar por el oscurantismo anticlimático de algunos partidos que desmantelan carriles bici. Dejen de ver la bicicleta como un símbolo progre, es una alternativa fantástica de movilidad”. Este argumento ya lo ha utilizado en alguna otra ocasión, con falsas afirmaciones, como que en Valencia se habían quitado carriles bici tras la llegada del PP, algo erróneo.

El presidente del Gobierno además ha hecho toda una serie de promesas para ampliar el uso de la bicicleta, como una inversión de 40 millones de euros para extender y abaratar en toda España los servicios de bicicletas públicas -como el BiciMad en Madrid, el Valenbisi de Valencia o el Bicing en Barcelona- o para subvencionar la compra de bicicletas eléctricas para la movilidad cotidiana.

Pedro Sánchez ha detallado que el Gobierno destinará diez millones a abaratar las tarifas en ciudades donde ya existen sistemas de bicicleta pública de alquiler y otros diez millones para implantar este sistema en otras ciudades. Los otros 20 millones será para ayudas en la compra de bicis eléctricas, tanto particulares como para empresas ciclo de reparto de mercancías.

Eso sí, no veremos a Pedro Sánchez en bicicleta. Él seguirá usando el famoso Falcon aunque sean trayectos cortos o para asuntos de índole personal como acudir a un concierto en Benicàssim o a la boda de un cuñado. Ya saben, usted deje el Lamborghini -cree que todos tenemos uno- y vaya en bus o en bici, que él irá en jet privado.