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Comisión Europea

Teresa Ribera vende su alma por un cargo en Europa: de cerrar centrales nucleares a fomentarlas en la UE

La vicepresidenta de Pedro Sánchez y nueva responsable de Energía de la Comisión Europea asegura que no se opondrá a la expansión nuclear en Europa frente a su política sectaria de cerrar centrales en España

Teresa RiberaEuropa Press

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Donde dije antinuclear digo nuclear si eso me sirve para lograr un cargo importante en Europa. Eso ha debido pensar la todavía vicepresidenta tercera del Gobierno y nueva vicepresidenta de Transición Limpia y Competencia de la Comisión Europea, Teresa Ribera, para lograr el tan ansiado puesto del que su jefe Pedro Sánchez presume por ser la primera mujer española que lo ha logrado, algo por cierto que es mentira -como todo en el sanchismo- ya que antes estuvo la popular Loyola de Palacio.

En concreto, Teresa Ribera durante su paso por el Gobierno de Pedro Sánchez como responsable de Transición Ecológica se ha caracterizado por el cierre de centrales nucleares o por no prorrogar la vida útil de aquellas que aún funcionan en España. Sin embargo, esto contrasta con lo que ocurre en otros países de Europa, que quieren fomentar nuevas centrales nucleares para no depender energéticamente de terceros países, y la socialista ya ha señalado que no llevará su alma antinuclear a Europa sino que “no obstaculizará la expansión nuclear de la Unión Europea”. Un sapo que se traga por el cargo.

"Creo que ha habido un gran respeto hacia cada decisión diferente que cada estado miembro ha tomado en consideración al definir sus sistemas eléctricos y sus diferentes opciones", indicaba Teresa Ribera al conocerse su nombramiento en la Comisión Europea sobre la política nuclear.

Países como Francia que quieren poner en marcha nuevas centrales nucleares mostraban su preocupación por la llegada a la Comisión Europea de antinucleares como Teresa Ribera -un cargo que desde hace meses era un secreto a voces- y que pudiera oponerse a una expansión de la energía nuclear justo cuando la tecnología gana impulso en Europa. Pero la socialista está dispuesta a cambiar de principios para estar en el gobierno de la Unión Europea.

Teresa Ribera se alinea así como su nueva jefa, la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von Der Leyen, que ya ordenó al danés Dan Jørgensen, comisario europeo de Energía y Vivienda bajo las órdenes de la propia Ribera, que apoyara la construcción de reactores nucleares de pequeña escala de próxima generación en el territorio de la UE, una opción que apoyan muchos países miembros para no depender energéticamente, por ejemplo, del gas de Rusia o de África.