¿Negoció el Gobierno de Sánchez con la dictadura de Maduro? Las 3 preguntas que cuestionan a Albares

¿Cómo consiguió Edmundo González salir de la embajada de Países Bajos cuando estaba siendo vigilado por el régimen por la dictadura de Nicolás Maduro y llegar a la embajada de España? ¿Cómo consiguió un avión de las Fuerzas Armadas de España aterrizar en suelo venezolano? O, ¿por qué permitió el embajador de España entrar en territorio español -porque la Embajada de España en Venezuela es territorio español- a adeptos del régimen de Nicolás Maduro? En fin, ¿cómo han podido ocurrir estos tres contrastados hechos si, tal y como asegura el Gobierno de España, no hubo negociación alguna con la "dictadura", tal y como calificó la ministra de Defenda Margarita Robles, de Nicolás Maduro?

Tres preguntas clave que están encima de la mesa y que el Gobierno no ha respondido y, más aún, parece no querer responder y que, desde luego, ponen en cuestión la versión que nos está ofreciendo el ministro de Exteriores José Manuel Albares. 

Está claro, y considero que esto es evidente, que por mucho que haya beneficiado, que lo ha hecho, a la dictadura de Nicolás Maduro que Edmundo González, que junto con María Corina Machado es la cara visible de la oposición en Venezuela, haya tenido que exiliarse a España dejando terreno libre al régimen, es mejor que se haya exiliado a España y no que esté encerrado en una cárcel o en una embajada. Recluido de toda libertad.  

Pero esto, desde luego, no exime al Gobierno de España de dar explicaciones y aclarar si ha negociado o no con una dictadura. Es una opinión compartida por muchos que con un dictador no se puede negociar, sí combatir políticamente. Permitir que en territorio español el régimen de Maduro coaccione, extorsione y amenace a Edmundo González y a su familia es, cuanto menos, un bochorno. Y las imágenes que ha mostrado el régimen chavista hablan por sí solas: el opositor a Maduro firmó algo que no cree (que el dictador ganó las elecciones) para que le perdonen el encarcelamiento y dejen en paz a su familia. Inaceptable que eso ocurriera en el interior de la embajada de España en Venezuela.

Cabe recordar, además, que tras un mes desde las pasadas elecciones en Venezuela, Nicolás Maduro no presentó las actas electorales, como le exige prácticamente ta totalidad de la comunidad internacional, que certifiquen su victoria. Es normal. No existen tales actas. 

Bajo este contexto, ya va siendo hora de empezar a reconocer, me refiero a España y al conjunto de los Estados miembros de la Unión Europea -no solo el Parlamento Europeo-, a Edmundo González como presidente electo de Venezuela. En unas elecciones alguien tiene que ganar. Es imposible que haya unas elecciones y que nadie gane. Si Nicolás Maduro no consiguió demostrar con actas electorales su victoria, desde luego la única opción que queda es que haya sido el opositor al régimen quien las ganó.

En conclusión, que ha sido una buena noticia que Edmundo González esté aquí en España, por mucho que haya favorecido al régimen de Nicolás Maduro y no apresado, recluido, en una cárcel, o en una embajada. Un logro permitido, también, cabe reconocerlo, por el Gobierno de Pedro Sánchez. 

Pero no podemos permitir que el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, y que Pedro Sánchez, como presidente del Gobierno, nos oculten una información tan relevante y, menos aún, que nos mientan con cuestiones del todo evidentes.