Zapatero, recibido a gritos de "traidor" y "cobarde", prefiere guardar silencio sobre Venezuela
El expresidente del Gobierno y colaborador de la dictadura de Nicolás Maduro es abucheado a su llegada al Ateneo y asegura que prefiere no pronunciarse para no romper la confianza que ha labrado en los últimos años con el régimen chavista.
Este martes por la tarde José Luis Rodríguez Zapatero ha acudido al Ateneo de Madrid para la presentación del libro 'La democracia y sus derechos. La Legislatura que cambió España'. Sin embargo, el expresidente del Gobierno no ha tenido el mejor de los recibimientos cuando se ha bajado del coche que le ha dejado a las puertas de la reconocida institución cultural. Allí le esperaba un grupo de venezolanos que le han dejado claro lo que opinan acerca del apoyo de Zapatero a la dictadura de Nicolás Maduro.
Además de insultos -siempre condenables- se han podido escuchar los gritos de "traidor", "cobarde", "vendido" o "cómplice de la dictadura". Todo ello acompañado de pancartas contra un Zapatero que a pesar de jugar un papel fundamental en la mediación y diálogo de Venezuela con España, todavía no se ha pronunciado sobre lo sucedido el pasado 28 de julio en el país sudamericano.
Tampoco ha valorado que el opositor Edmundo González haya sido reconocido como ganador de aquellos comicios tanto por el Congreso de los Diputados como el parlamento europeo. Hay que recordar que en ambas ocasiones su partido, el PSOE, voto en contra.
Zapatero sigue callado para no perjudicar su buena relación con el régimen chavista
Y todo hace indicar que así seguirá tal y como ha manifestado, explicando que ha evitado pronunciarse sobre todo lo sucedido para no romper la "confianza" que ha labrado en los últimos años y que, afirma, puede servir para buscar una solución a la situación del país sudamericano. También asegura que "conoce todo lo que ha sucedido en Venezuela en los últimos meses".
Además ha confesado algo que era bastante esperable: participó en la tarea de "facilitación" para que Edmundo González viniera a España. Todo ello después de ser coaccionado por Maduro y su régimen en la misma embajada española en Caracas. Por lo tanto, Zapatero vuelve a eludir pronunciarse sobre el resultado electoral y sobre si el Gobierno español de Sánchez debe reconocer al opositor como presidente electo de Venezuela tal y como se reflejó en la votación en el Congreso.