Feijóo "mete en el horno" la comparecencia de Sánchez en el Senado por Begoña Gómez y su hermano

La corrupción se acabó llevando por delante a Felipe González y en la dirección popular están convencidos de que va a ser también la "tumba política" de Sánchez. Lo verbalizaba su secretaria general, Cuca Gamarra al recordar que - junto con la retirada de la senda de estabilidad - asistimos al "vivo retrato de la agonía que ocurre siempre cuando llega el fin de un gobierno socialista".

Lo que es un hecho es que, como en los convulsos años 90, no hay mañana que no desayunemos con acusaciones de corrupción que salpican a Sánchez: el caso Koldo -con el ex ministro José Luís Ábalos de gira por los platós soltando amenazas- el caso que afecta a su hermano y, especialmente, el 'caso Begoña Gómez' que en las últimas horas ha dado un vuelco.

La misma Audiencia Provincial de Madrid (que a partir del lunes comienza las deliberaciones sobre si debe archivar o no la causa que instruye el magistrado Juan Carlos Peinado contra Begoña Gómez) daba luz verde este martes a que el juez siga investigando si la mujer del presidente se apropió o no del software de la Complutense.

Aunque no hay automatismo entre una y otra decisión, en el Partido Popular confían en que la Audiencia de Madrid no archivará la causa contra la esposa del presidente del Gobierno. Es decir, que la investigación continuará y "la corrupción acaparará la actualidad política" adelantan desde la calle Génova.

Fuentes judiciales consultadas por ESdiario coinciden en señalar que "contamos con que la causa no se archive, si no que se acote su alcance". Es decir, que el juez Peinado tendría luz verde para seguir investigando el aspecto que más daño puede hacer a Begoña Gómez: la acusación de haberse apropiado del software de la Complutense.

Una investigación que quedaría así blindada, aunque posteriormente en otras instancias pudieran prosperar las querellas que la Abogacía del Estado -en nombre de Sánchez y la defensa de Begoña Gómez- han presentado por prevaricación contra Peinado. En ese supuesto, la investigación pasaría a manos de otro juez.

De ahí la importancia de la decisión de la Audiencia que, de confirmarse que no se archiva, pondría al presidente del Gobierno "contra las cuerdas". Así lo aseguran en la dirección nacional recordando que Sánchez llegó a Moncloa a lomos de una moción de censura y blandiendo la bandera de la regeneración.

Y como las malas noticias nunca vienen solas, Álvaro Ortiz, el fiscal general del Estado, está a un paso de ser imputado por el Tribunal Supremo, por un delito de revelación de secretos en el caso del novio de Isabel Díaz Ayuso.

La carta del Senado

Con el 'tic-tac' de estas decisiones judiciales llamando a las puertas de Moncloa, va a ser Alberto Núñez Feijóo quién en última instancia ponga fecha a que se formalice la petición de comparecencia de Sánchez. Una decisión que es "firme" y que se va a materializar decida lo que decida la Audiencia. 

Una petición que parece inminente. "Se le acaba el tiempo" decía esta semana el portavoz popular, Miguel Tellado y con la que persiguen acelerar el "desgaste" de Pedro Sánchez en su momento de mayor debilidad política. Se suma la retirada de la senda de estabilidad a pesar del peregrinaje de Santos Cerdán a Suiza para buscar infructuosamente los votos de Puigdemont.

En cualquier caso, en el PP tampoco se llama a engaño y saben que Sánchez se está pertrechando para resistir porque como dijo el portavoz del PNV, Aitor Esteban: "El gran escudo de Sánchez es que no hay mayoría absoluta alternativa". Y es que un presidente del Gobierno débil es un chollo para los separatistas. Al menos, por ahora.