A Sánchez le faltan extintores: PNV y Bildu piden reconocimiento nacional para Euskadi
La debilidad del Ejecutivo queda latente ante las nuevas demandas de sus socios nacionalistas. La formación proetarra va incluso un paso más allá y exige el "derecho a decidir" del País Vasco
Pedro Sánchez necesita más de un extintor para apagar tanto fuego
Los Hermanos Marx pedían "más madera", mientras Pedro Sánchez comienza a pedir más extintores ante los fuegos provocados por los aliados de investidura. Porque con uno no tiene ni para empezar. El PNV y Bildu han intensificado sus demandas de reconocimiento nacional para Euskadi. Ambas formaciones han dejado claro que incluirán esta exigencia en el nuevo acuerdo estatutario que buscan aprobar en el Parlamento Vasco, apostando por consensos más amplios que reflejen la identidad vasca
La propuesta de ambos partidos pone al gobierno de Pedro Sánchez en una situación delicada. El PNV pretende que el reconocimiento nacional sea un pilar en las futuras negociaciones autonómicas, mientras Bildu aboga también por que se reconozca el "derecho a decidir" del pueblo vasco.
En las Juntas Generales de Gipuzkoa, PNV y Bildu ya han mostrado su unidad para impulsar un nuevo estatuto que recoja sus posturas. Ambas fuerzas coinciden en que la actualización del marco autonómico es indispensable para el autogobierno vasco.
PNV con cautela, Bildu a por todas
Desde el PNV han asegurado que el objetivo es lograr un "reconocimiento nacional efectivo" dentro del nuevo estatuto de autonomía. Esta postura refuerza su compromiso con la autodeterminación, aunque sin romper completamente con el marco legal actual, lo que generaría fricciones en el gobierno central. A Bildu, mientras, las fricciones se la traen al pairo.
Por su parte, el Ejecutivo de Pedro Sánchez se enfrenta a un nuevo reto político en un pacto de investidura en llamas. Las demandas vascas se suman a las peticiones catalanas y otras cuestiones territoriales, obligando al gobierno a equilibrar su estrategia para no perder apoyos parlamentarios clave en una legislatura marcada por la negociación constante y en la que cada vez suenan más insistentemente los tambores de un adelanto electoral.