Almeida lo tiene claro con lo sucedido en el derbi y manda un mensaje claro a Gil Marín y Cerezo
El alcalde de Madrid, reconocido y orgulloso colchonero, muestra su enfado por lo sucedido en el Metropolitano con el Frente Atlético y lo define con una palabra: "Bochorno".
Lo que sucedió este domingo en el derbi madrileño entre Atlético de Madrid y Real Madrid sigue dando de qué hablar y ha traspasado la barrera de lo deportivo llegando hasta lo social y la política. La actitud del Frente Atlético -ultras de ideología nazi del equipo rojiblanco- lanzando objetos al portero rival y parando el partido durante más de 20 minutos ha vuelto a traer a la primera línea de debate la entrada de estos grupos radicales a los campos de fútbol.
Equipos como el de Florentino Pérez o como el FC Barcelona expulsaron hace tiempo a los ultras (Ultras Sur y Boixos Nois) de su estadio, dando un paso valiente para romper con una tradición totalmente innecesaria y que para acabar con ella hay que cortar de raíz. Un problema que sigue en las gradas del Metropolitano, el flamante nuevo estadio rojiblanco que todavía da cabida a un grupo de ultras al que la mayoría de aficionados colchoneros no respaldan.
Tampoco ayudan gestos como los de los jugadores, festejando el empate con esta parte de la grade en concreto, o como el del entrenador, que al final del partido echó parte de culpa en Courtois (persona que sufrió el lanzamiento de objetos).
Uno de los aficionados atléticos más ilustres, José Luis Martínez-Almeida, ha aprovechado lo ocurrido en el encuentro del domingo para mandar un mensaje claro para los dirigentes del club del Manzanares: Miguel Ángel Gil Marín y Enrique Cerezo. No lo ha hecho nombrándolos directamente pero sus palabras tienen una dirección clara y es la llamada planta noble del equipo de sus amores.
Almeida define lo ocurrido con una palabra: "Bochorno"
"Algunos me han dicho que me vieron con cara de estupor y sorpresa en el palco. Y es cierto. Era una cara, como alcalde de Madrid, de bochorno", ha expresado el alcalde de la capital, que añade que el dolor es doble al ser su equipo de fútbol: "Todo el mundo sabe cual es mi pasión. El Atlético de Madrid forma parte de mi vida y lo que ayer viví espero no volverlo a vivir".
"La mejor forma de reivindicar que somos una magnífica afición es que no vuelva a tener cabida ninguna persona en ese estadio que protagonice un incidente. Hay que tomar todas las medidas, por drásticas y contundentes que sean, para que ninguna persona que participó en esos incidentes pueda entrar en el Metropolitano ni en otro estadio", ha continuado Almeida pidiendo expresamente el castigo para los que lanzaron objetos.
Sin embargo, esas palabras pueden tener un trasfondo más amplio: que echen a los ultras del Metropolitano. El alcalde madrileño asegura que la mejor forma de proteger a la afición rojiblanca es que no haya personas que se puedan identificar como aficionados del Atlético y provoquen esos incidentes.
Bochorno como alcalde y dolor por aficionado del Atlético
Por el momento, el Atleti ha tomado medidas contundentes con el ultra identificado (al que también se le confiscó una navaja que metió en el campo) y lo ha expulsado para siempre del estadio. Además, de aquí en adelante van a prohibir ir al fútbol con la cara tapada, ya que tal y como ha expresado Almeida, la imagen del pasamontañas perseguirá mucho tiempo a los aficionados del Atlético.