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Los otros Presupuestos que preocupan a Feijóo: las comunidades del PP hacen sus cuentas sin Vox

Más allá de los Presupuestos de Sánchez, que dependen de Junts, en Génova 13 ya se preparan ante posibles votos en contra de Vox a las Cuentas de los presidentes autonómicos ‘populares’. “Vox tendrá que dar muchas explicaciones a sus votantes si votan en contra”, trasladan fuentes próximas a Feijóo derivando toda responsabilidad en el partido de Abascal.

El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, antes de una sesión en el Congreso de los Diputados.EDUARDO PARRA / Europa Press

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Quien manda es el -todavía- fugado de la justicia española Carles Puigdemont y Pedro Sánchez ya lo tiene totalmente claro. Quien marca los tiempos es Junts. No cabe duda. Y en el calendario de La Moncloa hay tres días marcados: el 25, el 26 y el 27 de octubre, cuando el partido de los siete célebres e indispensables votos para el Ejecutivo en la Cámara Baja celebre su congreso. Y a partir de ahí caben dos opciones; uno, que se agilice la negociación y el Gobierno acabe por aprobar los nuevos Presupuestos -del próximo año- o que, dos, por el contrario, tengan que acabar, de nuevo, prorrogando unas Cuentas ya prorrogadas.

Ocurra lo que ocurra, Puigdemont lo decidirá. La inestabilidad del Ejecutivo de Pedro Sánchez se muestra más evidente que nunca. Por mucho que desde el Gobierno aseguren lo contrario, el prorrogar los presupuestos dificultará todavía más una legislatura en la que el presidente del Gobierno reside en el poder pero no gobierna. En la que la única icónica Ley que han conseguido los del PSOE sacar adelante sea la de la Amnistía, así lo evidencia. “Sin Presupuestos nuevos será difícil incluso ejecutar los acuerdos alcanzados”, asegura a ESdiario, en clara advertencia a Junts y el resto de socios, una muy destacada fuente de la máxima confianza de Pedro Sánchez.

En otras palabras, que el desgaste del presidente del Gobierno no para de crecer y, consiga o no los Presupuestos, el daño reputacional ya está hecho. Una vez más. Y con eso juega Junts. “De vez en cuando tiene que hacer golpes de efecto para ganar protagonismo”, describe, en referencia a Puigdemont, una solvente fuente de Sumar. Y tiene razón.

El PP: ser la alternativa de Estado que gobierne

En contraste, los de Feijóo, tal y como venimos avanzando en ESdiario, han iniciado nuevo curso político con varios objetivos estratégicos que se pueden sintetizar en dos: ensalzar al líder del PP como una alternativa de Estado a Sánchez capaz, así, de sacar adelante iniciativas legislativas que el Gobierno no consigue; y seguir desgastando, como hasta ahora, a un Ejecutivo cuyo principal problema, paradójicamente, lo constituyen sus socios y esa “mayoría progresista” que evidencia ser ni mayoría –“ya van 35 derrotas”, advertía al PSOE hace unos días el propio Gabriel Rufián- ni progresista (a no ser que ahora se considere al PNV y Junts de izquierdas).

El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez, interviene durante un acto del PP en Aragón.Ramón Comet / Europa Press

En cuanto al primer objetivo del PP, dos son las iniciativas legislativas que exponen la parte práctica de la teoría: una, la modificación de la Ley de Conciliación que este martes registrarán en la Cámara Baja como una gran -y nueva- bandera que los populares tratan de arrebatar a la izquierda; y, dos, la otra gran lucha social que persiguen los de Feijóo la constituye la rebaja de la jornada laboral

Pero ésta última bandera, que hasta ocasionó críticas internas dentro del PP -como la sonada de Esperanza Aguirre y alguna otra del sector de Isabel Díaz Ayuso, ella incluida-, nada tiene que ver con la propuesta del Ejecutivo: “Nuestra propuesta está orientada sólo a determinados sectores y sujeta al fomento de la productividad, es decir, no es reducir por reducir sino buscar un aumento de la productividad donde sea posible con ello”, asegura otra muy solvente fuente del PP nacional.

“Mientras que nosotros sacamos leyes adelante en beneficio de los españoles, ellos no son capaces de sacar ni unos Presupuestos adelante. Es decir, nosotros sacamos leyes adelante desde la oposición y ellos son incapaces de hacerlo siendo Gobierno”, sentencia una muy solvente fuente de Génova 13 consultada.

Los Presupuestos del PP, elaborados sin Vox

Pese a todo, a Feijóo los de Pedro Sánchez no son los únicos Presupuestos que le preocupa. También, y mucho, los de sus presidentes autonómicos, sobre todo aquellos que necesitan a Vox -ante la falta de una mayoría absoluta- para sacar tales Cuentas adelante.

Feijóo en primer plano y Abascal en segundo durante un pleno en el Congreso.EDUARDO PARRA / Europa Press

Y es que la amenaza de los de Abascal ya está encima de la mesa y, de materializarse, puede hacer tirar por la borda toda la estrategia discursiva de los populares contra los -parece- imposibles nuevos Presupuestos de Pedro Sánchez. Sin ir más lejos, hace unos días el secretario general de Vox, Ignacio Garriga, aseguró que el partido tomará una decisión de “manera unitaria” sobre el voto en los presupuestos del 2025 de los diferentes parlamentos autonómicos porque, justificó, “como en todas las decisiones que toma Vox, se hablan, se meditan y se toma una decisión unitaria”. La advertencia es clara: las Cuentas de los líderes autonómicos populares que gobiernan en minoría no están aseguradas.

El secretario general de Vox, Ignacio Garriga, junto a Santiago Abascal.David Oller / Europa Press

Desde el PP nacional tiran balones fuera, máxime en un contexto en el que Santiago Abascal busca recrudecer la oposición a Feijóo para tratar de captar parte de sus votantes y no sufrir, por consiguiente, una debacle electoral que tendencialmente vaticinan todas las encuentas. “Vox ya está a la altura de partidos como Más Madrid”, asegura a ESdiario una persona de la máxima confianza de Feijóo quien asegura, además, que “no creo que les hayan votado para impedir los gobiernos del PP”. 

Y entre críticas de que los de Abascal “así se definen a sí mismo” y de que “Vox es un partido cesarista [porque toda decisión se toma a nivel nacional por la cúpula del partido, sin dar libertad a los territorios]”, desde Génova 13 recuerdan que “la última vez que Vox intentó tensionar unos presupuestos fue en Madrid, Rocío Monasterio, y acabó con la mayoría absoluta de Ayuso”.

Así las cosas, aunque los populares deriven la responsabilidad en Vox que, de impedir algún -o todos- los Presupuestos del PP ahí donde puedan, tendrán por seguro que dar muchas explicaciones a sus votantes. Lo cierto es que este posible veto a las Cuentas retumba en las paredes de la planta noble de la sede nacional del partido.