La Complutense, acorralada, cierra el último máster de Begoña Gómez por un motivo muy claro

Begoña Gómez se queda sin máster en la Complutense. Si hace una semana la Universidad finiquitó el de Transformación Social Corporativa porque ni siquiera se había solicitado su continuidad, este lunes se ha sabido que el otro que le quedaba, el de captación de fondos, también ha sufrido un cerrojazo por parte de la Complutense.

El argumento oficial es que no tenía alumnos suficientes, 4 inscritos a falta de 20 días para cerrar la matrícula y otros 12 preinscritos. Por su parte, Begoña Gómez asegura que “la realidad es que llevamos más de 50 preinscritos en ambas modalidades (presencial y on line) del programa hasta que se ha producido su cancelación” y ha denunciado en su red social LinkedIn que “la cancelación de un programa Máster, 20 días antes de la finalización de la fecha de inscripción”, es “completamente anómala en los procedimientos habituales y va en contra del interés fundamental de una institución educativa, que es formar alumnos en diferentes disciplinas”.

Lo cierto es que la decisión de la Universidad Complutense parece discutible cuando menos, lo que abona la teoría de que en realidad obedece a una cuestión reputacional que le obliga a tratar de alejarse de Begoña Gómez cuanto antes y lo más lejos posible.

De hecho, el anuncio coincide en el tiempo con dos noticias inquietantes. Una es el espaldarazo de la Audiencia Provincial al juez Peinado y la otra es la publicación en este diario el pasado domingo de una información que compromete mucho a la Universidad: “Sánchez dobló sus ayudas a la Complutense tras crear la cátedra de Begoña Gómez”.

Todo encaja: la institución docente, acorralada, decide marcar las distancias con Begoña Gómez, al que se le complica la situación día tras día. A Sánchez le falla por todas partes la estrategia del fango y las noticias falsas. En contra de lo que él decía la decisión de la Audiencia Nacional de avalar la investigación del juez Peinado deja bien a las claras que no hay un juez emperrado en hacerle la vida imposible ni unos medios de comunicación inventado noticias contra su esposa.