Feijoo da un ultimátum a Sánchez para frenar la 'enmienda Txapote' mientras comienza a apaciguar al partido

Un antes y un después. Para Alberto Núñez Feijóo la manera subrepticia en que Sánchez ha colado la enmienda para excarcelar antes de tiempo a los etarras más sanguinarios marca un punto de inflexión en su ya maltrecha relación. En medio de este clima coincidirán el sábado en el 'Desfile Militar del Día de la Fiesta Nacional' donde Sánchez fue recibido el año pasado entre gritos de '¡Qué te vote Txapote!', a pesar de sus maniobras para blindarse.

Maniobras que, salvando las distancias, ha trasladado al Congreso de los Diputados con su 'enmienda Txapote' y que ha conmocionado la vida interna del Partido Popular que ha tenido que desplegar una estrategia sin precedentes y encabezada por el propio Feijóo para intentar minimizar daños.

En primer lugar, había que "reconocer el error" que, aunque no cambiaba el sentido de la votación, es "injustificable". Así lo asumen desde la dirección. Y es lo que ha hecho Alberto Núñez Feijóo en la sesión de control al Gobierno en una estrategia diametralmente opuesta a la de Vox, que ha optado por obviarlo. A juicio de los populares esa aptitud implica equivocarse doblemente.

En paralelo había que pedir perdón a las víctimas, primero a la presidenta de la AVT y este miércoles en el Congreso de los Diputados con el gesto a Mari Mar Blanco, senadora del PP y hermana de Miguel Ángel Blanco - ejecutado por Txapote - que ha sido recibido con una ovación al acceder al hemiciclo.

Calmar las aguas internamente se antojaba fundamental. La dirección nacional se ha puesto en contacto con los líderes territoriales para hacerles ver la diferencia entre la indignidad de Sánchez y el error del PP. En las últimas horas está calando el mensaje y se asume que "nadie se cree que el PP quiera beneficiar a ETA y sí que Sánchez maniobre para amarrar los votos de Bildu". El PP también dio explicaciones a afiliados y simpatizantes en un mensaje de texto.

Aun así, Feijóo no tiene intención de cortar cabezas porqué "además desviaría el foco de Sánchez". Otra cosa es que "se extreme el celo y engrase el funcionamiento del grupo para evitar que se repitan errores". Se haga lo que se haga, no se moverá ficha hasta que expire el ultimátum a Sánchez.

El líder del PP sabe que hay barones pidiendo cabezas por el error y que otros pocos tratan de aprovechar el momento para saldar cuentas diferentes. Pinchan en hueso los que señalan a la portavoz de Justicia, Cayetana Álvarez de Toledo o al portavoz Miguel Tellado, zanjan desde la dirección popular.

Otro frente de actuación de Génova está siendo precisamente ponerse en contacto con los líderes territoriales para trasladarles el mensaje de que el PP "se puede equivocar en su voto pero que Sánchez lo hace a conciencia". Un mensaje que ha empezado a calar entre los dirigentes populares que apuntan a que "nadie se cree que el PP quiera beneficiar a ETA y sí que sea el objetivo de Sánchez".

El foco en Sánchez

Con las aguas todavía muy revueltas -pero volviendo poco a poco a su cauce- Feijóo y sus principales dirigentes van a protagonizar de aquí al lunes (especialmente ese día) una ofensiva para que la decisión de Sánchez de mantener la 'enmienda Txapote' le pase una enorme factura política, electoral y personal.

El lunes se acaba la cuenta atrás con la convocatoria de ese pleno extraordinario en el Senado y sólo Pedro Sánchez tiene en sus manos que se revierta esta inmoralidad. Antes Feijóo viaja el viernes a Polonia para hablar de inmigración y al día siguiente los asistentes al desfile del Día de la Hispanidad juzgaran la última "inmoralidad "del presidente del Gobierno.