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Vox Madrid

Rocío Monasterio deja el escaño y la política tras su cese y lanza recado a Abascal... y a Ayuso

La ya ex portavoz de Vox en Madrid volverá a su profesión de arquitecta y se lamenta de que “se deja en el olvido esa democracia interna de los partidos”

Rocío Monasterio en la Asamblea de MadridCarlos Lujan

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La ya ex líder y ex portavoz de Vox en Madrid, Rocío Monasterio, sigue los pasos de su marido, Iván Espinosa de los Monteros, y deja el escaño de diputada y la política para volver a su actividad profesional de arquitecta. En el caso de Rocío Monasterio no es una salida de motu proprio, sino la consecuencia después de que el partido decidiera cesarla de sus responsabilidades. Monasterio se va, pero antes ha dejado algún recado para Santiago Abascal e incluso para Isabel Díaz Ayuso.

“Me parece lógico y me parece honesto también dejar mi acta de diputada” ha considerado Rocío Monasterio, para después dejar algunas reflexiones sobre la falta de democracia interna: “gracias a las sucesivas enmiendas de nuestros estatutos se deja en el olvido esa democracia interna de los partidos que al principio habíamos venido todos a defender”.

Rocío Monasterio ha reivindicado su legado indicando que “el de Vox Madrid era el único comité ejecutivo provincial que quedaba en España votado y elegido por todos sus afiliados y es el grupo más numeroso de Vox" pero ha lamentado que "a la vista está de que no soy la persona de confianza del secretario general ni del presidente", por eso renuncia al acta de diputada.

La ya ex líder de Vox en Madrid ha añorado los inicios del partido, “con personas leales y valiosas”, resaltando “la satisfacción de haber contribuido a los avances de Vox desde su fundación, cuando las cosas eran difíciles, cuando el espíritu de todos era limpio y cuando el partido destacaba por la solvencia de muchos de sus miembros”.

Rocío Monasterio se vuelve a su despacho de arquitectos “donde espero hacer más vivienda que Ayuso” y se despide de la política con agradecimiento y destacando que no quería “un puestecito del que vivir eternamente”: “lo más importante, gracias a todos los que alguna vez nos votaron, a nuestras bases, a nuestros afiliados, a nuestros voluntarios y a tantas personas que alguna vez confiaron en nosotros. Servir ha sido un honor. Muchas gracias”.