Ábalos y Koldo organizan y Sánchez "no pone pegas": el presidente dio el visto bueno a la visita de Delcy

Por si fueran pocos aparecen más problemas para un Pedro Sánchez que tiene la mochila a rebosar. Asuntos relacionados con dos nombres que formaron parte de su partido y sobre los que la corrupción sobrevuela en un caso y está confirmado en otro: José Luis Ábalos y Koldo García. Además respecto a un incidente que causó gran revuelo político allá por el 2020 como es la visita, a escondidas y por la puerta de atrás para intentar que nadie se enterara, de la vicepresidenta Delcy Rodríguez a España cuando tenía prohibida su entrada en Europa al ser la número dos de la dictadura venezolana.

La mano derecha de Nicolás Maduro recibió la invitación para su visita fugaz a nuestro país del puño y letra del entonces ministro de Fomento y secretario general del PSOE, Ábalos, y el empresario implicado de lleno en la trama Koldo. El personaje que da nombre a la misma, Koldo García, iba en el avión que llevaba a Delcy Rodríguez a Turquía y que hizo escala en Barajas para reunirse con Ábalos. Ahora sale a la luz la carta que escribieron entre estos dos últimos a la vicepresidenta de Venezuela y el mensaje de Ábalos a Sánchez informando de la clandestina reunión. Por lo tanto, el presidente del Gobierno tuvo pleno conocimiento de la misma.

Una misiva desvelada por The Objective y que la UCO añade en este nuevo informe junto a las capturas del mensaje de Ábalos informando a Sánchez. Respecto a este mensaje, es el siguiente: "Y para acabar de molestarte, la vicepresidenta de Venezuela viene en privado el lunes y quiere verme discretamente como continuación del encuentro que tuve con el ministro de comunicación (que es su hermano). La gestión que acordamos en favor de las empresas españolas ha permitido que Duro Felguera haya cobrado una importante deuda".

Ábalos mandó ese mismo mensaje, a través de una captura, a Koldo García, que le respondió: "Como te quiero". "Ya ves que no me ha dicho nada pero al menos no pone pegas", fue la respuesta del exministro. Una serie de mensajes en los que la UCO aprecia que "Ábalos informa al presidente de la realización de la visita referida, poniendo en valor que se estaría consiguiendo el cobro de deudas de empresas españolas en Venezuela". Aunque Sánchez no contesta, los investigadores entienden que Ábalos obtuvo el beneplácito del presidente del Gobierno para la visita de Delcy ya que no dijo lo contrario.

La carta de Ábalos a Delcy

Por otro lado está la carta publicada por The Objective, firmada por Ábalos y que según apuntan en este medio también intervino Víctor de Aldama. En ella el por entonces secretario general del PSOE expresa el deseo de "conversar sobre las posibilidades que nuestros dos países tendrán una vez embestido el presidente Sánchez". Documento que incluía la invitación formal no en nombre del Gobierno pero sí en nombre del PSOE. Concretamente: "Será un placer invitarla a nuestro país COMO SECRETARIO DE ORGANIZACIÓN DEL PARTIDO SOCIALISTA OBRERO ESPAÑOL" (en la carta también está escrito en mayúsculas".

En resumen, Sánchez sabía de la visita de Delcy a España y no hizo para evitarla ya que, tal y como dice Ábalos, "no puso pegas" a que se reuniera con miembros de su partido y también del Gobierno (Ábalos era ministro). Hay que recordar que este dio diferentes versiones de los hechos en los días siguientes, lo que alimentó las sospechas de que el gobierno español intentaba ocultar detalles sobre el encuentro. En un primer momento, Ábalos aseguró que no había visto a Rodríguez. Luego, cambió la versión y admitió que hubo un breve saludo entre ambos en el avión, y, finalmente, se supo que Rodríguez había permanecido en una sala VIP del aeropuerto por varias horas.

La posición oficial del Gobierno fue que Delcy Rodríguez nunca entró formalmente en territorio español, ya que se mantuvo en una zona de tránsito en el aeropuerto, y se respetaron las sanciones de la Unión Europea. No obstante, la oposición criticó duramente la gestión del caso y la falta de transparencia, acusando al gobierno de Sánchez de encubrir una visita diplomática encubierta y de mantener una relación demasiado cercana con el régimen de Nicolás Maduro.