Jéssica avisaba a Koldo hasta cuando le pitaba la nevera: los detalles más sórdidos de la ‘sobrina’ de Ábalos

“Te escribo porque hoy es la segunda vez en esta semana que la nevera pita y aparece como que el congelador está a menos 4 grados en vez de a los menos 22 que debería estar”, es uno de los mensajes que mandó Jéssica R. G., la famosa ‘sobrina’ de José Luis Ábalos, a la inmobiliaria de su piso que le pagaba la trama Koldo y que luego ella mismo pasaba al propio Koldo García para que supiera hasta los inconvenientes de la vivienda donde residió tres años y medio gratis gracias a su más que amistad con el ex ministro.

Esta relación de hasta informar Jéssica a Koldo García de los pitidos de la nevera es una prueba de hasta qué punto la trama de corrupción protegía a la joven que según el propio informe de la UCO de la Guardia Civil tenía “una relación particular” con José Luis Ábalos.

Jéssica era conocida por los miembros de la trama Koldo como 'España' o 'Jéssica 20 minutos' tal y como consta en los múltiples mensajes en los que se habla de la ‘sobrina’ de Ábalos para, entre otras cosas, colocarle con un sueldo público en hasta dos empresas dependientes del Estado como INECO, ligada al propio ministerio que dirigía Ábalos, y Tragsatec, bajo la órbita de la SEPI.

La propia Jéssica informaba a su más que amigo Ábalos que finalizaba su contrato en INECO, y el ex ministro se lo pasaba a Koldo García para que lo solucionara, respondiendo éste que "hay que pasar -a Jéssica- a otro sitio y luego vuelve, lleva 18 meses". La más que amiga de Ábalos tenía una nómina de 1.700 euros y luego pasó a la empresa Tragsatec por un periodo por un período de 6 meses.

Jéssica vivía en un piso de lujo en Torre de Madrid a 2.400 euros mensuales el alquiler, que supuso que la trama desembolsara 88.000 euros para que la ‘sobrina’ de Ábalos viviera gratis. Tres años y medio después, cuando a Jéssica se le acabó el chollo, ponía en su estado de whatsapp que “colorín colorado este cuento se ha acabado” a lo que Koldo García, al ser informado del estado por pantallazo, respondía con un elocuente “perfecto, 3 años y medio de casa gratis”. Por cierto, la joven era vecina de David Broncano, que tenía un piso en el mismo edificio, para dar más color al asunto.