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Ábalos pide comparecer como testigo ante el juez de la ‘Koldotrama’

El exministro se adelanta a un eventual requerimiento judicial y se muestra dispuesto a “clarificar” todas las acusaciones vertidas en prensa

José Luis Ábalos y Koldo García Izaguirre llegando al Congreso el 7 de enero de 2020.

José Luis Ábalos y Koldo García Izaguirre llegando al Congreso el 7 de enero de 2020.Europa Press

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José Luis Ábalos ha querido tomar la iniciativa de contar judicialmente su versión de la megacompra de mascarillas sin esperar a que el juez lo solicite vía suplicatorio al Congreso: ha solicitado formalmente comparecer como testigo ante el juez Ismael Moreno.

Las razones de tal decisivo paso las resume así: “Que a la vista de las informaciones que se están publicando en los distintos medios de comunicación y que hacen referencia a las posibles filtraciones que se han podido producir sobre la investigación que se está llevando ante este ilustre órgano juzgados. Me veo en la obligación de solicitar a su señoría que tenga bien acordar mi citación en calidad de testigo para que comparezca en esta sede judicial y conforme a la ley con obligación de decir verdad”

“Considero que esta solicitud debe ser acordada al objeto de poder clarificar todas y cada una de las informaciones/noticias, que se están publicando y que me están incriminando en hechos falsos y que desconozco la intencionalidad con la que se están produciendo, así como también, el evitar que terceras personas se estén viendo involucradas y que nada tienen que ver”.

Por lo expuesto, “suplico al juzgado se sirva admitir este escrito y, previos los trámites procesales oportunos, acuerde el día y hora para que comparezca ante este ilustre órgano juzgados en calidad de testigo y pueda responder a todas y cada una de las preguntas que se me formulen por todas las partes personadas en la presente causa”.

El órdago de Ábalos queda resaltado por la última frase. No sólo está dispuesto a responder a juez y fiscal, sino a las acusaciones, algo que es inusual en delitos como los que se instruyen en la koldotrama.

Esto pone en un brete al juez. Para solicitar el interrogatorio de Ábalos debe elaborar un convincente informe con los indicios que posee ante el Tribunal Supremo y, en caso contrario, puede sufrir un revolcón si sus elementos son juzgados insuficientes.

La vía que le ofrece Ábalos tiene menor coste para el magistrado. Y, en todo caso, nada le impediría invertir su condición de testigo a imputado pero elevando al Supremo con un informe razonado.

La jugada de Ábalos tiene ventajas y riesgos. El riesgo es que se desnuda de los privilegios del imputado: no puede mentir, no puede callar, no puede evitar respuestas a acusaciones. Pero evita el calvario de sufrir acusaciones mediáticas con base en un proceso donde hasta ahora se le ha impedido personarse para dar su versión sobre los hechos que narran los informes de la UCO.

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