Mónica García convierte el Ministerio de Sanidad en la agencia de colocación 'Más Madrid'

La carrera política de Mónica García tuvo un capítulo anterior a Podemos como sindicalista en pasillos y habitáculos al uso del Hospital 12 de Octubre de Madrid. De ahí dio el salto a Podemos, una formación que en sus comienzos criticaba ferozmente las 'poltronas' y el amiguismo que según ellas y ellos reinaba entre la clase mandataria del país.

La misma cantinela utilizó poco después convertida en la lideresa de Iñigo Errejón en Madrid para hacer una oposición de carácter descaradamente personal contra la gestión de Isabel Díaz Ayuso.

En cambio, cuánto ha cambiado la historia desde que hace menos de un año la carambola del Gobierno 'patchwork' de Pedro Sánchez la hizo verse con la cartera de Sanidad entre las manos de la noche a la mañana, tributo a pagar para que Yolanda Díaz le brindara los escaños nacionales del otro puzle llamado Sumar.

Y es que en este tiempo, lo que antes era amiguismo y poltronas, ahora son cargos técnicos de responsabilidad política. El porqué de este cambio radical no es una transformación tipo Lluvia de Estrellas, aquel mítico programa de Bertín Osborne que travestía en cantantes famosos a gente de la calle. Tal vez sea la luminosidad de su espacioso despacho ministerial con vistas al Paseo del Prado, o que los ujieres y conserjes le tengan esperando el ascensor cuando llega en coche oficial desde la zona de Retiro al Ministerio.

Mónica García ya ha recolocado a varios compañeros de Más Madrid en la estructura ministerial

En cualquier caso, García no habla de poltronas ni carguitos y ya ha recolocado en la estructura ministerial a tres compañeros de Más Madrid de los que se sentaban a su lado en la Asamblea madrileña, y a alguno y alguna más de la formación o cercanos a ella.

El más reciente, este mes de octubre, el ingeniero Alberto Oliver, que ocupará la Dirección de la Fundación CSAI, una institución pública de Sanidad que preside la propia ministra y que se declara "de interés general en el ámbito de la salud, los servicios sociales, la protección a los menores y la promoción de la igualdad". A priori no parece que tenga mucho que ver con el currículo de Oliver, que es experto en Economía y era portavoz de Hacienda. Nunca se sabe.

Otros elegidos por el dedo de Mónica García

Pero el de Oliver es el caso más reciente, uno más de los 'más-madriditos' (como les llama jocosamente el personal laboral del Ministerio) que se ha apoltronado en Sanidad por la designación dactilar de García.

El primero fue, nada más aterrizar ella, Javier Padilla, al que le dio ni más ni menos que el grado de secretario de Estado. Hay que decir a su favor que por lo menos es médico, y que había estado ya metido en gestión sanitaria de una u otra forma. Aunque en el sector sanitario, poco acostumbrados a la vestimenta informal en un alto cargo ministerial, muchos siguen considerando que su mérito es ser amigo de Mónica García y exdiputado de Más Madrid en la Asamblea. La ministra y él se ocuparon de hacer guiños a su amistad en la toma de posesión de Padilla, que acuñó aquello de La Monistra, en un original juego entre su nombre y el entonces nuevo cargo.

Bajo el cobijo de Padilla también ha habido sitio para afiliados de Más Madrid, como Alda Recas, una enfermera que ha encabezado varios movimientos relacionados con las llamadas mareas de la sanidad pública (también ha trabajado en la privada) y a la que García y Padilla han colocado como coordinadora de un comité de Cuidados creado por ellos mismos este año.

El repóker de 'más-madriditos' en el Ministerio de Sanidad se completa con Héctor Tejero, de nuevo otro exdiputado regional de Más Madrid, para el que se creó el cargo de responsable de Salud y Cambio Climático en el Gabinete de la ministra.

José Manuel López, excandidato de Podemos por Madrid, jefe de Gabinete de Mónica García

A estos nombres hay que sumar un extra, en este caso de la etapa previa a Más Madrid, la que García vivió como un trampolín en la formación morada de Podemos. De aquellos años ha rescatado al que ahora es su jefe de Gabinete ministerial, José Manuel López, un ingeniero agrónomo que en su momento llegó a ser cabeza de cartel de los de Pablo Iglesias por Madrid, aunque pocos recordaban su nombre en aquellos comicios y acababan por llamarle "el de Podemos de Madrid".

Igualmente se puede considerar de la cuerda de Más Madrid otro asesor contratado en enero de este año, Eloy Cuellar Martín, un profesor universitario que estuvo a las órdenes de Manuela Carmena cuando fue alcaldesa de Madrid, y al que Mónica García ha hecho hueco en el ala ministerial de Salud Digital, Información e Innovación del Sistema Nacional de Salud, dándole el rango de subdirector.

Puede que algún votante de Más Madrid piense que están descapitalizando la labor de oposición que deberían hacer en la Asamblea regional ante el Gobierno de mayoría absoluta del Partido Popular, y se sienta decepcionado por la espantada general de la lista electoral que votaron en 2023, pero García a lo mejor lo ve como un 'win-win', porque se rodea de fieles al calor de la cartera ministerial y al mismo tiempo hace sitio para que nuevos integrantes de su partido ocupen sillones públicos y hagan currículo a costa de la política parlamentaria madrileña. Del sindicalismo a esto solo ha habido unos peldaños.